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Benedicto XVI recuerda que "la oración es el motor del mundo" Redacción (NJ) (Feb 07, 2008) Internacional |

"La verdadera oración es el motor del mundo, porque mantiene a éste abierto a Dios". Así lo afirmó el Papa en su homilía de la misa de ayer, Miércoles de Ceniza, celebrada en la basílica romana de Santa Sabina. Poco antes, Benedicto XVI había dirigido unos momentos de oración en la iglesia de San Anselmo, también situada en la colina romana del Aventino, que presenció una procesión entre las dos parroquias en la que participaron un buen número de cardenales, arzobispos, obispos y fieles.
El Pontífice dedicó su intervención a recordar la importancia de la oración, que cuando se hace de manera auténtica "nunca es egocéntrica, sino centrada en el prójimo. De esta manera, el orante alcanza la caridad, la capacidad de salir de sí mismo, para acercarse al otro en un servicio humilde y desinteresado". El Papa afirmó también que "el rezo alimenta la esperanza, porque no hay nada que exprese mejor la realidad de Dios en nuestra vida que la oración con fe".
En su homilía, Benedicto XVI recordó la importancia de la Cuaresma, un período que "invita al rezo, a la penitencia y al ayuno", por lo que constituye "una ocasión providencial para hacer más viva y sólida nuestra esperanza". "Gracias a la oración de súplica se consigue que el católico se llene de esperanza", anunció el Pontífice.
Benedicto XVI recordó que, junto a la oración, el ayuno y la limosna también tienen una gran importancia, ya que "pueden ser considerados lugares de aprendizaje y ejercicio de la esperanza cristiana. Gracias a la acción conjunta de estos tres elementos, la Cuaresma forma a los cristianos para que sean hombres y mujeres de esperanza, guiados por el ejemplo de los santos".
El Pontífice acabó su intervención recordando que estos días se celebra el 150 aniversario de la aparición de la Virgen en Lourdes. Tras finalizar la homilía, el Papa recibió la ceniza de manos del cardenal Joseph Tomko, titular de Santa Sabina, y después él la impuso al resto de concelebrantes y a un grupo de fieles.
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