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Ronaldinho, abucheado en el aeropuerto de Barcelona Redacción (NJ) (Dec 24, 2007) Fútbol |
Ronaldinho, jugador brasileño del Fútbol Club Barcelona, fue increpado el domingo por la noche por un grupo de aficionados en el aeropuerto de El Prat, donde el futbolista se dirigió al término del partido ante el Real Madrid para tomar un vuelo e iniciar sus vacaciones de Navidad. Las consecuencias de la dolorosa derrota en casa frente al eterno rival madridista no se han hecho esperar en Barcelona. Decenas de decepcionados seguidores del FC Barcelona increparon al astro brasileño, que llegó al aeropuerto de Barcelona acompañado por Robinho y Deco, para viajar a Brasil e iniciar sus vacaciones navideñas.
Los ánimos y aplausos fueron en este caso para Robinho que tímidamente saludaba a la afición. Ronaldinho ha mantenido el tipo como ha podido hasta poder refugiarse en el interior del aeropuerto ayudado por la protección de los Mossos d'Esquadra.
Y es que Ronaldinho vive sus momentos más complicados en el equipo azulgrana. En el clásico ante el Real Madrid, el brasileño acabo apagándose con el resto del equipo, después defirmar un arranque de partido para la esperanza del aficionado azulgrana.
Las piernas le pesaron como en las últimas semanas. La mejor muestra es que el brasileño no pud superar en la segunda parte a un Sergio Ramos tocado. Sí, es cierto, "Ronaldinho tuvo una buena actitud", como destacó Rijkaard al finalizar el encuentro. Pero "una buena actitud" no es nada en comparación a lo que este jugador, que insufló coloridas dosis de festividad a un fútbol cada vez más gris y que enamoró al mundo entero con su sonrisa.
Desde el principio, se le notaron ganas de agradar, de renacer, y por unos momentos parecía que cada vez que le llegaba el balón se olía el peligro. Pero quizá fue sólo una ilusión óptica fruto de las ganas que, semana tras semana, la afición deposita en la resurrección del -quizá sea el momento de atreverse a decir otrora- astro azulgrana.
El estado de Ronaldinho, así pues, seguirá siendo una semana más -y con algún punto más de gravedad- asunto de estado en la comunidad azulgrana. Pero su impotencia, su incapacidad para superar a los defensores, no fueron más que el reflejo de la inferioridad física del Barça respecto al despliegue del Madrid y del agarrotamiento en el juego de los azulgrana, a los que, como al propio Ronaldinho, les cuesta horrores encontrar espacios e ideas, dinamizar el juego sin balón y encarar y combinar con la frescura y la velocidad de antaño.
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