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Musharraf dice a EEUU que mantiene el estado de excepción Redacción(NJ) (Nov 18, 2007) Internacional |
El presidente paquistaní, Pervez Musharraf, descartó levantar el estado de excepción mientras considere que la seguridad no ha mejorado en el país, al tiempo que se confirmaba que el 21 de noviembre se desvelará la fecha de las próximas elecciones.
El presidente paquistaní prometió que el país iría a las urnas antes del 9 de enero, pero la oposición reflexiona sobre llevar a cabo un boicot si los comicios tienen lugar bajo estado de excepción.
'Sí, las asambleas provinciales serán disueltas el 20 de noviembre y el calendario electoral será anunciado inmediatamente después', dijo el secretario de la comisión, Kunwar Dilshad, al ser preguntado si la fecha electoral se anunciaría el 21 de noviembre.
Los grandes partidos políticos fueron invitados a la comisión electoral el 19 de noviembre a discutir un código de conducta para el voto, indicó Dilshad.
El abogado general Malik Mohammed Qayyum, había dicho antes que 'con suerte', el calendario electoral sería anunciado el 21 de noviembre.
Por otro lado, el subsecretario de Estado estadounidense, John Negroponte, llegó a Islamabad con un 'mensaje duro' de Washington, que ve con aprensión cómo la crisis política desatada por el estado de excepción se alarga en Pakistán, su principal aliado en Asia contra el integrismo islamista.
El diplomático estadounidense y Musharraf hablaron de múltiples temas políticos, paquistaníes y de toda la región.
Negroponte iba a pedirle a Musharraf que pusiera fin 'ya' al estado de excepción, que retirara las tropas de las calles, celebrara las elecciones como está previsto, liberara a los presos políticos y aflojara la presión sobre los medios de comunicación.
Previamente, Negroponte conversó con el general Ashfaq Kiyani, número dos en el escalafón militar por debajo de Musharraf, y según los analistas su sucesor en el Estado Mayor si éste decide por fin colgar el uniforme.
Negroponte también había hablado la víspera con la líder opositora, Benazir Bhutto, que interrumpió sus negociaciones políticas con Musharraf y le pidió que abandonara el poder.
Estados Unidos tiene en Pakistán a un aliado esencial en su lucha contra Al Qaida y los talibanes afganos, pero muestra signos crecientes de impaciencia ante la negativa de Musharraf a levantar el estado de excepción.
Desde 2001, Washington ha gastado cerca de 10.000 millones de dólares en ayuda a Pakistán, en su mayor parte destinada al Ejército.
Las emisiones de dos grandes cadenas televisivas privadas de Pakistán que operaban en los últimos días desde Dubai fueron suspendidas debido a la presión del régimen del presidente Musharraf.
Paralelamente, el ejército anunció una gran operación 'inminente' para acabar con la resistencia islamista aliada de los talibanes en el valle de Swat, cerca de la frontera con Afganistán (noroeste).
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