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La Facultad de Educación ya alberga a todos sus alumnos Redacción (NJ) (Jan 09, 2015) Zaragoza |
Un año ha tardado la nueva Facultad de Educación en poder albergar a todos sus alumnos. A principios de febrero del año pasado, 400 alumnos del Máster de Profesorado fueron los encargados de estrenar este nuevo espacio. Ahora, una vez pasada las vacaciones navideñas, todos los alumnos de las diferentes titulaciones vinculadas a esta facultad han podido acudir a clase en su nuevo edificio. “Solamente falta trasladar a los alumnos de adaptación de grado, que por motivos de organización interna continúan en una sala en el Cerbuna”, explica Joaquín Royo, adjunto de infraestructuras de la Universidad de Zaragoza.
Estas instalaciones, ubicadas en el campus San Francisco, cuentan con una superficie de 17.821 metros cuadrados que se dividen en 26 aulas, 9 seminarios, entre otros servicios generales. Alrededor de 600 alumnos no pudieron inaugurar este edificio cuando comenzó este curso debido a la falta de mobiliario. Ahora todos estos espacios están llenos por los elementos indispensables para poder impartir las clases. “No está en las condiciones que nos gustaría, puesto que faltan muchos medios digitales para adecuarnos al Espacio Europeo de Educación Superior, pero la docencia básica está asegurada”, afirma Royo.
Para conseguirlo, solamente han contado con la financiación propia de la institución académica. “En el momento en el que vimos que no íbamos a tener otro tipo de ayuda, lo sacamos a licitación en agosto”, señala. Finalmente, el desembolso final que ha supuesto este último equipamiento ha ascendido a 102.000 euros, que se han obtenido gracias al plan de ahorro que lleva aplicando la Universidad de Zaragoza durante los últimos años.
Con este nuevo mobiliario se han conseguido equipar diez aulas en la primera planta y dos en la segunda además de los 9 seminarios que se encuentran en esta zona. En los meses anteriores ya se había amueblado las aulas de la planta baja con mesas y sillas provenientes de la antigua facultad y de los almacenes de Huesca y Zaragoza.
No obstante, todavía no tiene cafetería, ni un salón de actos ni, por su puesto, una biblioteca. “No hemos podido conseguir más fondos, así que tenemos que mantener abierto el otro edificio para poder albergar tanto la biblioteca como los dos laboratorios de ciencias”, subraya Royo. Entre sus intenciones está el seguir ahorrando para cerrar el bloque, puesto que supone un gasto innecesario. De hecho, hasta que no haya un partida en los presupuestos de la DGA para la rehabilitación de la Facultad de Filosofía y Letras no existirá un uso concreto para este edificio. “La idea es utilizarlo cuando se produzcan las obras para tener desalojada la facultad y poder seguir con las clases”, asegura. |
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