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Victoria balsámica in extremis Redacción (NJ) (May 12, 2014) Fútbol |
El Real Zaragoza lograba una victoria en Córdoba en los minutos de descuento, consiguiendo un premio a su mayor ambición en la segunda mitad. De nuevo el rival se adelantó en los primeros compases, pero Cidoncha y Roger dieron la vuelta al marcador. La salida de Víctor Rodríguez, fundamental en la remontada que acerca la permanencia.
El Real Zaragoza de las dos caras, la pálida y la menos mala, apareció en Córdoba en un partido de libro. Una primera parte nefasta, con varios jugadores fuera de posición, en la que los de Ferrer pudieron sentenciar, marchándose al descanso con 1-0. Y, en la segunda, paso atrás de los andaluces y Víctor Rodríguez ejerciendo de guía para, con un gol de Roger en el 93, llevar el 1-2 al marcador, los tres puntos a la capital aragonesa y, de paso, tres cuartos de permanencia.
En el once de Muñoz, la novedad anunciada de Cidoncha sustituyendo a Laguardia en el centro de la zaga; el regreso de Abraham al lateral zurdo en detrimento de Rico; y de nuevo Henríquez y Roger en el ataque, con el valenciano volcado a la banda derecha. Si la primera consigna de la semana era salir con plena concentración y no encajar en los primeros minutos, todo se vino abajo nuevamente durante el cuarto de hora inicial.
Doce minutos tardó Cidoncha en demostrar que no es central, algo que parece aceptar todo el mundo excepto Víctor Muñoz. Un balón largo, plano, sin peligro, se convirtió en un dolor de cabeza para los aragoneses. El madrileño, ya dentro del área, trató de controlar el balón en lugar de despejar, resbalando y dejando en franqueza el balón para Arturo, que cedía a Pedro para que completamente libre de marca y a placer hiciera el 1-0 en el minuto 12.
Además, Barkero se resentía muscularmente y Longhi, a instancias del sancionado Víctor Muñoz, introducía a Mario Paglialunga en lugar de decidirse por Acevedo, netamente más ofensivo. Se puede decir que la actuación maña durante la primera parte rozaba lo circense. Jugadas estrambóticas, errores infantiles atrás e incapacidad para dar dos pases seguidos. Ni siquiera con un robo de balón de Montañés, que sólo tenía que ceder a dos metros a Roger para que empujara. No, mal servicio y el valenciano no llegó a hacer el 1-1.
Era el único acercamiento del Real Zaragoza en 45 minutos, teniendo en cuenta además que el Córdoba gozaba de varias oportunidades para plasmar la sentencia. Todas ellas sin necesidad de ninguna elaboración, simplemente colocando un esférico a la espalda de la zaga y esperando el regalo de cualquiera de los cuatro de atrás. Entre Arturo, Pedro, López Silva o Uli Dávila volvían loca a una zaga que se marchaba al descanso 1-0, la mejor noticia de todas.
Lejos de admitir sus errores, Víctor Muñoz prefería dar entrada a Víctor Rodríguez por Luis García, manteniendo su enamoramiento por Cidoncha como central y Arzo en el mediocentro. Como no podía ser de otra manera, el catalán daba otro aire al equipo desde la mediapunta, ganando en presencia y en movilidad. Eso sí, faltaba la inestimable colaboración de sus compañeros de ataque, que parecían aplatanados ante el calor en el Nuevo Arcángel.
El dominio de la posesión pasaba al bando visitante, con un Córdoba esperando atrás un nuevo regalo maño para sentenciar. Eso sí, la superioridad territorial no se traducía en peligro, con apenas un disparo desde la frontal de Montañés sin excesivos problemas para el guardameta. Víctor Muñoz quemaba los cambios en el 64 con la entrada de Javi Álamo por Henríquez, en un nuevo día inadvertido del chileno.
Como el fútbol es caprichoso quiso premiar la mayor actitud visitante o, quizás, el paso atrás dado por los cordobeses. En un lanzamiento perfecto de falta de Víctor, Cidoncha compensaba algo su horroroso partido como central peinando el balón a las redes, anotando el 1-1 en el 72. El tanto espoleó aún más al Real Zaragoza, mucho más entero que su rival durante toda la segunda parte.
En un centro desde la banda de Abraham, Roger tocaba con lo justo para cabecear desviado. Poco después, en el 83, el valenciano combinaba con Paglialunga, pero el disparo colocado de éste lamía el poste izquierdo de la meta andaluza. En pleno vendaval zaragocista, Víctor Rodríguez se plantaba ante el meta con un buen control orientado pero fallaba en la definición, estrellando el esférico en el cuerpo de éste.
El susto llegaría en el 89, cuando el Córdoba anotaba pero el linier acertaba al señalar fuera de juego en la jugada previa. Y cuando todos daban el punto por bueno, balón largo a la espalda de la defensa, regalo inmenso de Raúl Bravo y Roger, ahora sí con inteligente, aprovechaba para plantarse ante el portero y cruzarla, haciendo el 1-2 en el 93 y dando tres puntos que valen prácticamente la permanencia en la Liga Adelante. Premio justo a la segunda parte, donde por fin los hombres de Víctor Muñoz mostraron algo de ambición. El próximo fin de semana, ante el Sabadell, oportunidad de oro para llevar la tranquilidad definitiva a la plantilla. |
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