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Unicaja 74 - 79 CAI Zaragoza Fuente Aragón Digita (Feb 07, 2014) Baloncesto |
El CAI Zaragoza agranda su leyenda tras imponerse en cuartos de la Copa del Rey ante Unicaja, anfitrión de la cita, por 74-79. Una victoria cimentada en el gran nivel colectivo exhibido, destacando especialmente actuaciones como la de Rudez, Sanikidze o Jones. Roll, lesionado en un dedo, duda para medirse al Real Madrid en semifinales.
Copa del Rey. Contra el anfitrión. Un Unicaja que supera por mucho su presupuesto. Factores que podían amedrentar al CAI Zaragoza, “sophomore” de la cita copera tras debutar el año pasado, y que, lejos de hacerlo, le sirvieron de acicate para volver a demostrar su grandeza. Enorme victoria por 74-79 cimentada en la labor colectiva, en un equipo que hizo gala de solidaridad, compañerismo, baloncesto y calidad. ¿El premio? Nada más y nada menos que medirse al mejor equipo de Europa, el Real Madrid, por un puesto en semifinales.
El inicio del primer cuarto caísta se podía calificar como notable alto. Los maños sólo acusaban cierta dejadez a la hora de cerrar el rebote defensivo, pero en todos los demás aspectos rendían bien. Incluso en saber templar los nervios en ataque y buscar las mejores opciones con Shermadini, que se comía literalmente en la pintura a Hettsheimeir. Con un parcial de 0-11, los de Abós se colocaban 5-13, aunque el equipo maño sufría a la hora de defender a Caner-Medley.
A pesar de que la defensa era buena, el problema de las capturas atrás permanecía a pesar de la ayuda en este apartado de Jones. Y aún con todo, los de Abós se marchaban 11-15 arriba. Lo que parecía un problema inicial, lo del rebote, comenzaba a enquistarse ante la desesperación del entrenador maño. Se mantenían en el choque, sí, pero daba la sensación de que o se cambiaba ese aspecto o pronto aparecería la primera amenaza de descolgarse.
Ante esto, el técnico lo paraba, con 26-22 en el choque y cinco puntos consecutivos de Kuzminskas. El lituano guiaba a los suyos sin dudar y, en apenas dos minutos, los de Plaza estiraban a diez la diferencia aprovechando una de las habituales pájaras de la plantilla caísta. Para tratar de encontrar una mayor fluidez, Abós apostaba por Tabu y Llompart en pista, aunque la única alternativa fiable era hacerle llegar el balón a Shermadini. De hecho, el georgiano era capaz de acercar a los maños, que se marchaban al descanso 38-31 abajo, frenando así parcialmente la brecha.
Segunda parte
Y a pesar de que Unicaja era capaz de superar los 15 rebotes ofensivos, el tercer cuarto del CAI Zaragoza estuvo marcado por una gigantesca seriedad. Aguantando el primer empuje de Kuzminskas, poco a poco los maños fueron creciendo sobre la pista, tanto en defensa como en ataque, gracias al resurgir en el partido de Roll y Rudez y a la inestimable colaboración de Sanikidze, tremendamente intenso. Mientras, Plaza se desesperaba en la banda rozando por momentos la ilegalidad, sobre todo tras ver que su equipo se iba 51-56 abajo al último y definitivo cuarto.
Con toda la carne en el asador, los aragoneses no querían dar su brazo a torcer en ningún momento. Un gran encuentro colectivo donde todos, absolutamente todos, colaboraban para que Unicaja no volviera a ponerse por delante. Reseñable, por cierto, la labor de un Sanikidze que se asemeja cada vez más a lo que el CAI espera de él. Pero con 58-66, la luz comenzó a temblar en ataque. Y los malagueños aprovechaban para endosar un parcial de 6-0 y acercarse.
Pero durante la semana los jugadores hablaban de saber manejar la presión para que se volviera en contra de los anfitriones. Y así fue. Tabu desde la línea de tres, Rudez de manera idéntica y dos libres de Llompart catapultaban al CAI con 65-74 a falta de un minuto. El encuentro entraba entonces en el habitual carrusel de tiempos muertos y faltas personales, pero ya nada impediría a los aragoneses acceder a las semifinales por 74-79. Un hito histórico, sublime, que se convierte en un enorme premio al trabajo de una entidad acostumbrada a hacer las cosas bien. El caísmo está vivo, muy vivo. Y el Real Madrid espera para pujar por un sitio en la final. Veremos si con Roll o no, lesionado en un dedo en una de las últimas jugadas del choque. |
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