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Entrevistas«Nos ponemos en lo peor para que las sorpresas sean positivas»
Redacción (NJ) (Apr 29, 2013) Entrevistas
Luis de Guindos reconoce que el ritmo de destrucción de empleo es desalentador, pero dice que «la realidad va a ser mejor que las previsiones» y que España creará puestos de trabajo con crecimientos del 1%. La entrevista con el ministro de Economía, Luis de Guindos, se celebra el viernes a última hora de la tarde, después de un Consejo de Ministros donde se ha aprobado el nuevo cuadro macroeconómico que presenta un futuro sombrío, especialmente en los datos de paro. Se dice que un ministro de Economía no puede ser pesimista; sea por el cargo o por su carácter, Luis de Guindos (Madrid, 1960) le quita hierro a las cifras y asegura que «la realidad va a ser mejor que las previsiones».

Oyéndole este viernes parecería que hay que ser optimista a pesar de cómo han empeorado las previsiones.

Lo que hemos incluido en el programa de estabilidad no intenta ser un pronóstico de lo que puede pasar en la economía española de aquí a 2015 o 2016. Son unas variables extremadamente prudentes para otorgar credibilidad a la senda fiscal. Sé que es fácil interpretar lo que aparece en el plan de estabilidad como la proyección de aquí a final de la legislatura, pero no es ese el objeto.

Entonces, en 2014 podemos crecer más del 0,5% que viene en el cuadro macroeconómico.

R. Por supuesto. El 0,5% es una hipótesis que está en el consenso del mercado. No es una proyección de lo que puede ocurrir el año que viene, ponemos una tasa de crecimiento de la que nadie pueda decir que es exagerada. La realidad va a ser mejor que las previsiones. Hemos ido al escenario más prudente para ganar credibilidad en la reducción del déficit.

¿Forzaron antes las previsiones?

R. El -0,5% de este año lo sacamos en julio del año pasado, cuando el FMI nos estaba dando el -0,6%, estábamos en línea. El Gobierno modifica sus previsiones cuando toca, y toca cuando presenta los Presupuestos y cuando revisa el programa de estabilidad. El cambio del -0,5% al -1,3% no es muy diferente al que ha hecho el FMI o la Comisión Europea porque ha empeorado la economía mundial. Va a estar más cerca del -1% que del -1,5%.

Cuando presenten los Presupuestos del año que viene, ¿volverán a cambiar las previsiones?

R. No creo que cambien mucho, pero si la percepción es distinta se modificará. Las proyecciones no son inamovibles.

En el cuadro se asume que no bajará el paro y acabará la legislatura con una tasa de paro peor que con la que empezó (25,8% en 2015).

R. Vamos a ver lo que pasa en los próximos dos años y medio.

Pero en estos momentos eso es lo que se asume.

R. El planteamiento que estamos haciendo en el plan de estabilidad es que el paro acaba por debajo del 25% en 2016. Pero eso es consecuencia de la intersección de dos variables: la primera es la evolución del empleo, que empezará a crearse el año que viene, prevemos que en el segundo semestre de 2014 haya creación neta de empleo; la segunda es la evolución de población activa. Lo que hacemos es ponernos en el peor de los mundos para que, si luego hay sorpresas, sean positivas.

Teniendo en cuenta que Rajoy aseguró que cuando gobernara bajaría el paro y no subiría los impuestos, y no se ha cumplido, ¿sigue pensando que la política económica funciona y no hay que cambiarla?

R. La política económica siempre tiene que tener una continuidad y ser predecible, no puedes estar cambiando.

No está siendo predecible.

R. Yo creo que sí. El Gobierno lo que ha tenido que hacer con su política económica es intentar evitar en momentos muy delicados situaciones extremadamente difíciles, como en abril-mayo del año pasado, con la situación de los bancos, y en julio, cuando España estaba en una situación límite en la que podía perder el acceso al mercado. No llegó a ocurrir. España hace un año iba abocada a un rescate y eso se ha conseguido evitar. Los riesgos hoy son mucho menores que a principios de 2012. Lo que ha caído el PIB en España no es superior a la media europea, lo que sí es muy superior y tremendamente desalentador es la destrucción de empleo. Eso se debe al peso de la construcción y al funcionamiento del mercado laboral, que mientras se destruía empleo seguían aumentando los salarios. Eso se ha intentado corregir con la reforma laboral, introduciendo más flexibilidad interna.

Y, sin embargo, se ha seguido destruyendo empleo.

R. Estoy convencido de que la reforma laboral está moderando el impacto de la recesión en el mercado de trabajo y que sería mucho peor la situación con la regulación laboral anterior.

¿A partir de qué nivel de crecimiento se empieza a crear empleo con las nuevas condiciones?

R. Tradicionalmente se ha dicho que España tenía que crecer en torno al 2% para crear empleo, y con la reforma laboral se ha reducido al 1%.

¿Cuánto empleo neto se puede crear creciendo sólo el 1%?

R. Lo importante es que con ese nivel de crecimiento ya no se destruirá empleo, sino que habrá creación neta.

¿España había perdido credibilidad en la reducción del déficit al no cumplir el objetivo?

R. Ha reducido el déficit estructural y por eso no nos han aplicado el procedimiento de déficit excesivo. Este año, el objetivo es el 6,3%, que es una cifra negociada con la Comisión Europea. Son 20.000 millones menos de ajuste, lo que no significa que no se vaya a hacer un esfuerzo.

El gasto en desempleo va a superar lo previsto.

R. Al haber más paro, subirá el gasto. También hay elementos positivos, como la deuda, que está bastante más barata y da cierto margen, o la inflación, que puede bajar del 1,5% ya en abril, y eso afecta a muchos gastos. Por ejemplo, las pensiones han subido este año un 2% y ganarán poder adquisitivo.

El año pasado los pensionistas perdieron poder adquisitivo porque no se compensó la desviación del IPC.

R. Pero este año la inflación puede acabar el año por debajo del 1%.

La inversión cae este año y el próximo, el consumo privado está anémico y disminuye el de las AAPP. Pero en el plan de reformas no hay medidas de estímulo económico.

R. Sí las hay, lo que no podemos pensar es que las medidas de estímulo son presupuestarias. Es ineludible que se reduzca el déficit porque partíamos de un déficit muy alto y nos hacía muy vulnerables en financiación. Este año, entre renovaciones y nuevas emisiones, tenemos que financiar 230.000 millones. ¿Qué es lo que mira un inversor a la hora de decidir si nos da dinero? El volumen de déficit y el crecimiento, y las dos variables tienen que estar acompasadas.

¿Cómo se puede defender la lucha contra el fraude fiscal cuando se aprueba una amnistía que beneficia a personas como Bárcenas?

R. Independientemente de la amnistía fiscal, lo de Bárcenas me parece absolutamente rechazable y deleznable.

¿Hay responsabilidad política en la comercialización de preferentes?

R. Cometimos el error de no recapitalizar a la banca cuando lo hizo el resto de Europa, en 2008 y 2009, lo que hubiera sido menos costoso y traumático. Una parte del sistema se recapitalizó a través de las preferentes, producto complejo que no se puede colocar masivamente en la red comercial. Se han cometido errores, pero estoy convencido de que a través de los sistemas de arbitraje se devolverán inversiones que de buena fe se hicieron.

Hay retribuciones de altos cargos de empresas del Ibex que causan escándalo en estos momentos.

R. Es inaceptable que con la situación que hay en España haya remuneraciones desorbitadas. Pero el Gobierno no puede fijar los sueldos privados, sólo los de la banca intervenida, y ya los ha limitado. Sí puede hacer que haya transparencia y que sean los accionistas los que fijen las remuneraciones.

¿En qué va a consistir dejar de usar el IPC como referencia?

R. Hay muchos contratos públicos ligados a la evolución del IPC; por ejemplo, las tarifas que cobran los concesionarios de transporte. Es un tema de gasto público. No afectará a contratos privados y será un índice que elabore el INE.

En la reforma de las pensiones, uno de los elementos es eliminar su actualización conforme al IPC.

R. El factor de sostenibilidad pretende determinar las variables que influyen en el sistema (esperanza de vida, paro, afiliación, evolución del PIB, salarios o IPC), para determinar los fundamentos de la evolución de la pensión (años de cotización, base de cálculo, etc.). Y debe hacerse de forma gradual.

¿Cuándo se empezará a aplicar?

R. En 2014. Y a lo mejor no en el primer año, pero en tres o cuatro años tiene que dejar sentir sus efectos.

R. Lo que no puede ser gradual es dejar de actualizar las pensiones con el IPC, si se decide así.

El IPC seguirá teniendo un peso, sin duda, pero no va a ser el único que determine la evolución de las pensiones. Los jubilados que tienen pensiones ya reconocidas no tienen nada que temer. El factor de sostenibilidad afectará a la evolución de las pensiones futuras.

Establecer un déficit a medida para las comunidades autónomas ¿no es discriminatorio para las que cumplen?

P. Las que cumplen tendrán ventajas; por ejemplo, acceso a una financiación más barata.

  
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