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Becarios norteamericanos participan en un seminario para evaluar sus experiencias Fuente Aragón Digita (Mar 07, 2013) Zaragoza |
Un centenar de norteamericanos que disfrutan de la beca Fulbright en España y en Andorra se encuentran en Zaragoza participando en un seminario para evaluar sus experiencias. Los becarios hacen un balance muy positivo de su estancia que les ha permitido formarse y conocer la idiosincrasia del país.
Eddie Nadel tiene 22 años, es de San Francisco (California) y reside en Santander desde agosto. Enseña inglés y dirige un programa de Naciones Unidas con el que forma a sus alumnos en estrategias para hacer debates sobre temas de carácter internacional.
Él es uno del centenar de norteamericanos que se encuentran en España y en Andorra disfrutando de una beca Fulbright y que estará en Zaragoza hasta el sábado participando en un seminario donde evaluarán sus experiencias.
Eligió España porque lleva toda su vida estudiando el idioma, paseando por calles con letreros en castellano y quería conocer los “lugares originales”, confiesa. Valga como anécdota que su escuela de Secundaria tenía por nombre Aragón.
Reconoce que cuando llegó desconocía el país y que esta experiencia le ha permitido “entenderlo más”. De hecho, comenta que lo más le impresiona es que las mismas cosas en historia se enseñan de una forma diferente en España y en Estados Unidos, algo que es “interesante” porque le permite “comparar puntos de vista y aprender como se ven las cosas de otra manera”.
Amber Rogers, de 23, estudió en Sevilla hace dos años y, según reconoce, le encantó. Aplicó a la beca Fulbright porque “quería tener un motivo para regresar” y ahora vive en Madrid, donde enseña inglés en un instituto.
Viene de Pensilvania, aunque estudió en Michigan y para ella el cambio más grande era el de "pasar a vivir de un pueblo a una ciudad". Una de las cosas que más le ha sorprendido de su estancia en España es que “cada región tiene mucho orgullo y no hay tanta idea de un país”, apunta. “Cuando pienso en España hay estereotipos, pero me encanta aprender las cosas de cada región y contar luego esas experiencias a mi familia y amigos”, declara.
Rogers aprovecha su tiempo libre descubriendo la ciudad y tomando clases de baile, disciplina que practica desde los cuatro años y que le ha servido para comparar diferentes formas de arte. "Hay muchas cosas universales y el arte es una de ellas. Y a través de él puedo conocer a otras personas", afirma.
Loren Saltin, de 24 años, ya había vivido en Madrid y siempre ha tenido una conexión "muy cercana" con este país. De hecho, asegura que para ella la beca fue un "imperativo existencial, que por alguna razón tenía que hacer esto". Su propósito era "ayudar a la juventud española" y lo hace como profesora de literatura inglesa en un instituto de la capital, donde también enseña a sus alumnos a pensar de una manera "más crítica".
Reconoce que hay estereotipos y que muchas veces cuadran con la realidad, si bien está muy contenta de poder disfrutar de esta experiencia y de poder seguir haciéndolo el tiempo que le queda.
María del Carmen Ugarriza Hernández |
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