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 Málaga 1 Real Zaragoza 1
Redacción (NJ) (Feb 03, 2013) Fútbol |
 El Real Zaragoza ha vuelto a mostrar su versión más competitiva y rocosa lejos de La Romareda. Una imagen que habían perdido los aragoneses en las últimas jornadas y que ha recuperado el equipo maño con una alineación que, precisamente, recuerda a las del principio de curso. Empate en La Rosaleda con goles de Postiga e Isco.
Con tres de las incorporaciones de la última semana, aterrizaba el Real Zaragoza en Málaga para enmendar la mala racha de resultados. Bienvenu, Rodri y Rochina sentados en el banquillo esperaban su oportunidad para debutar en el conjunto dirigido por Manolo Jiménez.
Así, el once inicial del técnico sevillano sería el formado por Roberto bajo palos; línea de cuatro para Abraham, Paredes, Álvaro y José Manuel Fernández; en el centro del terreno de juego Movilla con José Mari; por delante Montañés, Apoño y Víctor Rodríguez; y Hélder Postiga como hombre más adelantado.
Tras unos primeros compases imprecisos por ambos bandos, el conjunto andaluz fue adueñándose de la posesión del esférico y del juego. Sin embargo, se sentía cómodo el bloque aragonés y permanecía bien posicionado sobre el terreno de juego. A balón parado, Apoño ponía en apuros la defensa malagueña.
Precisamente en su saque de esquina se adelantarían los de Jiménez. Jugada de estrategia maña que Hélder Postiga convertía en el primer gol del encuentro con un disparo con el interior de su bota derecha para colocar el cuero lejos del alcance de Willy Caballero. 0-1 cuando todavía no se llegaba al minuto quince de partido en La Rosaleda.
El jarro de agua fría se prolongó para los locales con la lesión inmediata de Eliseu en el lateral izquierdo. Pero un penalti riguroso de Javier Paredes ofrecía al cuadro de Pellegrini la posibilidad de igualar la contienda. Así, Isco no desaprovecharía la ocasión y batía a Roberto en el 22.
El futbolista internacional transformaba el regalo poco después del tanto inaugural de Postiga. Reaccionaba el Real Zaragoza con una buena internada de José Fernández por el costado derecho del ataque aragonés. A su vez, contestaría Isco superando a Roberto tras un saque de esquina, pero Apoño sacaba bajo palos el segundo tanto malagueño.
Seguía apretado el Málaga con una soberbia jugada nuevamente de Isco y en la que Gámez no conseguía superar a Roberto, que despejaba el mano a mano de manera providencial para los suyos. Acto seguido, otra jugada a balón parado la remataba Montañés obligando a Willy Caballero a salvar el 1-2. Así se llegaba al ecuador del encuentro con el electrónico reflejando el 1-1.
Tablas compitiendo hasta el final
Regresaban ambos equipos del descanso con intención de exhibir sus armas sobre el césped y disputar tres puntos sin dueño en los primeros 45 minutos. Sin embargo, demasiadas imprecisiones al inicio impedían a malagueños y aragoneses encontrar el camino para crear peligro.
Esperaba replegado el Real Zaragoza para salir en contras muy rápidas conducidas en su mayoría por Paco Montañés. Una falta lanzada por Apoño se estrellaba en el palo de la meta local y Movilla no acertaba a marcar en el rechace. Un minuto después, era Víctor el que lo intentaba con un potente disparo desde fuera del área que Caballero despejaba a corner.
Quería recuperar el control el Málaga, pero los de Jiménez dominaban bien plantados sobre el rectángulo. Buscando algo de oxígeno, Movilla dejaba su sitio al debutante Rodri. Apoño continuaba intentándolo con otro golpe franco que se perdía por encima del travesaño de Caballero.
Por su parte, Pellegrini daba entrada a Baptista, que reaparecía 16 meses después de su lesión. Y otra sustitución con el estreno de Rochina con la camiseta zaragocista en el lugar que dejaba Víctor Rodríguez. Sería el Málaga el que golpearía con un tanto legal de Isco que no subía al marcador por un fuera de juego inexistente.
Sí acertaban los asistentes anulando un gol de Álvaro en posición ilegal. Mientras, se consumían los minutos en La Rosaleda y nadie parecía imponerse sobre el césped andaluz. Y la tendría Postiga en una falta de Apoño que remataba el portugués desviado en el minuto 40 del choque.
Era la última bala de un Real Zaragoza que ha recordado al equipo duro y rocoso a domicilio de jornadas pasadas. La expulsión de José Mari en el tiempo añadido no empañaba la ambición de los aragoneses, que sólo valía un punto en La Rosaleda, pero con un buen sabor de boca por la imagen. |
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