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 "Las obras del Pacto del Agua son esenciales para paliar la sequía estructural de Aragón"
Redacción (NJ) (Mar 04, 2012) Aragón |
 Modesto Lobón es, desde el pasado 30 de diciembre, consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente. Lobón llega a este nuevo departamento con el objetivo de desarrollar las principales líneas de acción en este ámbito: fomento de la agroindustria y la reivindicación constante de las obras del Pacto del Agua.
Modesto Lobón (Zaragoza, 1948) fue nombrado el 30 de diciembre consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente en sustitución de Federico García López, que presentó su dimisión por problemas de salud.
Lobón llega, desde la Consejería de Innovación, a un departamento clave en el desarrollo económico de la Comunidad Autónoma dada la importancia del sector primario en Aragón. Por ello, impulsar la agroindustria y modernizarla será una de sus principales líneas de acción.
Una modernización que debe ir acompañada de unos productos hortofrutícolas de calidad y con garantías de producción cada año. Por ello, el actual titular de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente reivindica ya desde el primer momento, las obras del Pacto del Agua. Eso sí, Lobón dice con voz alta y rotunda “no” a un hipotético trasvase del Ebro.
El departamento encabezado por Lobón aglutina, por primera vez en doce años, las áreas de Medio Ambiente, Agricultura y Ganadería: colectivos que en muchas ocasiones han expresado opiniones opuestas. Conciliar posturas en pos del desarrollo de Aragón será otra de sus labores.
De su visión sobre la agroindustria, Política Agraria Común o sequía, entre otros asuntos reflexiona Modesto Lobón en esta entrevista.
Pregunta.- ¿Con qué objetivos llega a la Consejería?
Respuesta.- Llego con el objetivo de poner en marcha y cumplir las líneas trazadas para este sector en el Documento Estrategia Aragón 2025 y en el Pacto de Gobernabilidad con el Partido Aragonés.
P.- ¿Cuáles son las líneas maestras de esta Estrategia?
R.- Uno de ellos va a ser la agroindustria. Pensamos que es uno de los asuntos vertebrales estratégicos para Aragón. Hemos empezado a redactar un Plan para colocar esta materia como una de las grandes preocupaciones. Consideramos que Aragón tiene una gran ventaja competitiva y comparativa, y hay que ponerla en valor.
P.- ¿Qué necesidades tiene la agroindustria en Aragón?
R.- Son varias. Una de ellas es fomentar la asociación de cooperativas para que sean más fuertes. En Aragón existe un minifundismo que va en contra de los intereses de los productores y es necesario que surjan cooperativas más fuertes que puedan defender sus intereses frente a las grandes distribuidoras.
Otra es la introducción de la I+D+i en el campo y en la industria que se deriva de él. En ese sentido es necesario reorganizar las investigaciones que se están llevando a cabo para que se investiguen líneas que beneficien más al campo aragonés.
Asimismo, es necesario desarrollar un plan de comercialización y proyección exterior de los alimentos de Aragón.
P.- Desde su llegada a la Consejería ha tenido reuniones periódicas con todas las organizaciones agrarias. ¿Qué panorama le han presentado?
R.- En primer lugar he constatado con satisfacción que mi preocupación por la agroindustria cuenta con un consenso generalizado. En Aragón tenemos más suelo que todas las comunidades que nos rodean, excepto Castilla, y tenemos más agua que todas ellas. Aragón cuenta con las potencialidades necesarias para poner en valor el sector agroindustrial.
El consenso es aún más fuerte en la necesidad de llevar a cabo las obras del Pacto del Agua. En Aragón hay una escasez de regulación que produce una sequía estructural que agrava la sequía climatológica.
Éstas son las dos cuestiones fundamentales en las que hay que trabajar.
P.- Otro de los temas centrales de su ámbito de actuación es la reforma de la PAC, una modificación que no ha dejado contento a nadie ¿Es reversible?
R.- Efectivamente, la reforma de la PAC no gusta a nadie porque no contempla la diversidad que existe en Europa, obliga a llevar a cabo trámites más farragosos a los agricultores, está enfocada en contra de la productividad y tiene limitaciones y condicionantes de carácter medioambiental que no beneficia a los agricultores.
Se está trabajando en dos direcciones. Por un lado, se ha creado un grupo a nivel nacional en el que participa el director general de Aragón. Por otro lado, desde la Comunidad se está redactando un documento que recoja las exigencias de Aragón. Se remitió un borrador a las organizaciones agrarias y estamos esperando que nos remitan sus modificaciones y propuestas. Esperamos que este documento esté concluido a mediados de este mes y que cuente con el mayor consenso posible tanto agrario como político. Por ello, tengo la intención de presentarlo en las Cortes.
P.- Uno de los aspectos más polémicos de la nueva PAC es la definición del término “agricultor en activo”. ¿Cree que se debe de aclarar o modificar?
R.- Es algo que no está nada claro y se pide una definición más concreta. La PAC busca favorecer la producción de alimentos y no el mantenimiento de agricultores inactivos sino lo contrario, mantener gente activa y con productividad.
Una de las cuestiones que se contempla en el documento que se está elaborando con el sector es la intervención en casos de crisis para poder intervenir de forma ágil, directa y eficaz cuando se produzcan ciertas situaciones anómalas.
La PAC supone un paréntesis en la política económica liberal europea, que es necesario porque, de no existir, el campo se hundiría.
P.- La UE negocia una nueva PAC mientras aprueba un acuerdo bilateral con Marruecos. ¿Esto no es poner obstáculos al desarrollo económico europeo?
R.- Son cuestiones distintas. La PAC es la política más importante de Europa en esta materia. Lo otro son cuestiones exteriores que inciden porque todo incide, pero son cosas diferentes.
No obstante en el documento elaborado con las organizaciones agrarias se recalca la importancia de que exista regulación para que no haya competencia desleal con productos de terceros países que vienen con menos exigencias que los de la Unión Europea.
P.- ¿Cómo va a ser el proceso de fusión de Sirasa y Sodemasa?
R.- Ese proceso está ya en marcha. Antes eran dos empresas de dos Departamentos distintos. Ahora están ambas áreas bajo una sola Consejería, por lo que no tiene sentido que sigan por separado. Además, las circunstancias económicas han cambiado y todo aconseja una fusión.
Habrá que hacer una delimitación de las competencias de la sociedad resultante para definir el equipo directivo, que será nuevo, y el personal.
P.- ¿Prevé recortes de plantilla?
R.- No se puede asegurar hasta que no se conozcan las competencias de la nueva sociedad. Lo que está claro es que cualquier modificación de plantilla se hablará exhaustivamente con el comité de empresa.
P.- ¿Cómo se conciliarán las reivindicaciones de los agricultores con las exigencias medioambientales?
R.- Se conciliarán sin problemas. No tiene por qué haber colisiones entre lo medioambiental y lo agrario ya que lo primero es transversal. De hecho la agricultura moderna pasa por tener un carácter de contribución al mantenimiento del medio ambiente y a la conservación de espacios naturales.
Queremos dar al medio ambiente un sentido práctico como herramienta de promoción turística. Aragón tiene fantásticos parajes naturales que pueden reforzar el atractivo que tiene la Comunidad.
P.- ¿Cómo va afectar la crisis al Plan de Depuración de Aguas?
R.- Tiene tres grandes componentes: las grandes depuradoras, que ya están en marcha; las depuradoras del Plan de los Pirineos, de las que se han empezado a construir unas pocas y ahí tenemos intención de ir negociando para ajustar tanto las necesidades de las empresas como las de depuración a la situación actual y hay una tercera pata que son las depuradoras de los municipios de menos de mil habitantes. Éstas se están revisando para encontrar un nuevo modelo más sencillo, más barato y suficiente para esos municipios.
Alejandro Royo Zaragozano |
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