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 Los hijos influyen en el consumo familiar
Redacción (NJ) (Jan 23, 2007) Nacional |
Los hijos influyen cada día más tanto en lo que se compra como en lo que se gasta en las economías familiares. Esta tendencia ha sido el núcleo de la primera Aula de Consumo de 2007, inaugurada por el director general de Consumo, Ángel Luis Monge, y en la que han participado Daniel Ezquerra Hijós, vicepresidente del Consejo de la Juventud de Aragón, Carlos Gómez Bahillo, director del Departamento de Psicología y Sociología de la Universidad de Zaragoza, y Francisco Palacios, miembro de la junta de la Federación de Padres y Madres de Alumnos de Aragón.
Según los últimos estudios en España, un niño entre cero y tres años supone una media de gasto mensual en la familia de 450 euros. En total, la media del gasto que genera un hijo hasta que cumple los 18 años está entre los 100.000 y los 200.000 euros, según el nivel de vida del hogar, entre alimentación, ropa y ocio. “Este tipo de gasto se dispara entre los 15 y los 18 años, principalmente porque a esas edades nacen nuevas necesidades para el joven, sobre todo relacionadas con el ocio, y eso incrementa los gastos”, ha explicado Ángel Luis Monge.
En cuanto a la forma de afrontar este volumen de gasto, el director general de consumo ha señalado que “generalmente, los gastos de los padres en compras para sí mismos disminuyen conforme aumentan los de los hijos”.
Por su parte, Carlos Gómez Bahillo ha destacado que “los hijos no determinan totalmente pero sí condicionan en gran medida la compra de determinados servicios, pues los padres consultamos a los hijos sobre todo en algunos productos sobre los que ellos tienen más información, como pueden ser los automóviles”.
Según este sociólogo, “el hecho de que influyan en decisiones como donde vivir, que coche comprar o donde ir de vacaciones tiene una parte positiva, ya que se decide conjuntamente y los hijos se encuentran a gusto en casa, pero también tiene una parte negativa si crea una especie de dictadura sin libertad moral para los padres”.
Por otra parte, dentro de esta tendencia de consumo “preocupa la influencia de la publicidad en las compras familiares y en las decisiones de los jóvenes, una publicidad agresiva y directa que crea necesidades muchas veces ficticias”, ha señalado Monge. A esto se añade que las compras en materias informativas y electrónicas como los teléfonos móviles están sustituyendo a otras más tradicionales que generan nuevos gastos. |
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