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Cada vez más personas ayudan a Ibercivis Redacción (NJ) (Jan 04, 2010) Aragón |
Todo el mundo puede ayudar al desarrollo de fármacos contra el cáncer, recrear los fenómenos que se producen en las estrellas o sentar las bases de los discos duros del futuro sin salir de casa y solo con un ordenador conectado a Internet.
Es un novedoso proyecto de computación dirigido por investigadores de la Universidad de Zaragoza permite que los ciudadanos cedan voluntariamente capacidad de cálculo de sus ordenadores personales en los momentos en los que no los están utilizando. Esto equivale a trabajar con un sistema con un rendimiento comparable al de los mejores supercomputadores que existen y por tanto agilizar los proyectos de investigación que desarrollan.
Desde que funciona esta plataforma -denominada Ibercivis-, se han unido más de 15.000 personas de España y Portugal."Confiamos en que a medida que la gente conozca más el proyecto se anime a participar", comenta Alfonso Tarancón, del Instituto de Biocomputación y Física de Sistemas Complejos (BIFI) de la Universidad de Zaragoza y director de Ibercivis.
Esto es parte del proyecto Zivis, creado por la Universidad y el Ayuntamiento de Zaragoza y que contó con el apoyo del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat). En él se pudieron computar casi 800.000 horas de cálculo científico gracias a la participación de los ciudadanos, 20 veces más de lo previsto en un principio para ejecutar los trabajos programados.
Funciona de la siguiente manera: el ciudadano interesado en participar se inscribe en la web www.ibercivis.es, se descarga un programa y selecciona la investigación en la que quiere participar. Desde ese momento, el usuario pasa a formar parte de una base de datos de clientes.
Este proceso puede durar unos cinco minutos. Una vez terminado, el ordenador personal envía los resultados a un centro común de recepción de datos que se encuentra en Trujillo (Cáceres). Cuando esto ocurre se activa un salvapantallas que permite saber en qué momento el ordenador se encuentra trabajando para Ibercivis. Además del de Cáceres, hay otros dos receptores: el CSIC tiene el suyo propio en Madrid, donde manda los trabajos que él hace. El tercero está en Portugal.
"Es una pequeña contribución a un gran fin. La gente puede prestar su ordenador a la ciencia y permitirnos contar con un gran rendimiento para hacer cálculos", explica Tarancón. |
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