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Nuevo impulso a la lucha en Afganistán y golpe importante al cultivo del opio Redacción (NJ) (Feb 19, 2009) Internacional |
Barack Obama ha logrado dar un nuevo impulso a la misión la Fuerza Internacional de Ayuda a la Seguridad en Afganistán (ISAF). Estados Unidos envía a 17.000 nuevos hombres, sitúa a Afganistán por delante de Irak en su escala de prioridades, y sus compañeros de misión OTAN participan por primera vez activamente en la lucha contra el narcotráfico. Seis años cerrando los ojos ante el problema del opio han sido suficientes y países como el Reino Unido han decidido usar la fuerza para paliar la complicada situación.
Los mandos británicos lanzaron la ‘Operación Diesel’ el pasado seis de febrero y en menos de una semana, apoyados por unidades afganas, aprehendieron heroína y material químico en cuatro laboratorios diferentes de la provincia de Helmand. El valor final de mercado del material incautado podría alcanzar los 71 millones de euros y fueron necesarios setecientos hombres para llevar a cabo esta misión.
Pese a ser la causa de gran parte de los males que asolan Afganistán, hasta ahora la comunidad internacional cedía el protagonismo a las mal preparadas y peor pagadas fuerzas afganas que nada podían hacer ante los auténticos ejércitos de los productores y exportadores de opio.
El pasado mes de octubre, los ministros de Defensa de la Alianza alcanzaron un consenso y autorizaron que cada país decidiera si estaba dispuesto o no a usar la fuerza para luchar contra la droga. Londres no ha esperado demasiado, no en vano el grueso de sus hombres se encuentra desplegado en la provincia de Helmand, donde sus 70.000 hectáreas de cultivo opio producen la mitad de la adormidera ilegal de todo el mundo. Este acuerdo, sin embargo, es temporal y tendrá que ser revisado en la reunión de responsables de Defensa que se celebra en Cracovia.
Barack Obama espera que el envío de refuerzos logre estabilizar la “deteriorada” situación del país, y en este deterioro ha sido determinante el aumento de los cultivos de opio que suponen la principal fuente de financiación para la insurgencia. El 98 por ciento de la producción se concentra en siete provincias del sur del país y son ellas precisamente las más afectadas por la violencia.
El éxito de la operación antidroga británica, sin embargo, quedó ensombrecido por el informe de Naciones Unidas que califica 2008 como “el peor año” desde la caída talibán debido a los 2.118 civiles afganos muertos, el cuarenta por ciento debido a fuego de las tropas internacionales o de las fuerzas de seguridad afganas. |
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