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Polvorín en el Royo Villanova Redacción (NJ) (Feb 04, 2009) Aragón |
El personal del servicio de Urgencias del hospital Royo Villanova, estrenado el pasado lunes, sigue en pie de guerra por considerar que se está vendiendo a la población un hospital general sin los medios suficientes para atenderlo. Y eso cuando precisamente ayer el centro estrenó su nuevo servicio de traumatólogo de guardia, gracias a cual un profesional podrá hacerse cargo de lesiones que antes debían derivarse al Servet.
La escasa sintonía con los nuevos gestores ha acabado incluso con el cese-dimisión de la antigua coordinadora de Urgencias y el próximo nombramiento de un nuevo jefe, el médico Santiago Rubio, que según la dirección del hospital comulga más "con la filosofía" que se quiere implantar en el hospital. Los sindicatos ya han comenzado a reunirse con el Salud para encontrar una solución a este polvorín.
Porque el problema fundamental es la diferencia de criterios entre el personal de Urgencias y los altos mandos del hospital. "Ni siquiera se han presentado oficialmente ante nosotros", asegura un médico de Urgencias que prefiere no desvelar su identidad y que asegura rotundamente: "Las nuevas instalaciones están muy bien, pero no tenemos personal suficiente para poder dar la asistencia correcta".
Este extremo es desmentido rotundamente por la directora médica del hospital, Amparo García Castelar. "No es cierto que no esté bien dotado. Hay suficiente personal, pero en unos seis meses haremos una evaluación", indica. "La gente tiene sus métodos de trabajo heredados y los cambios cuestan", añade.
De hecho, la principal directriz que partió de gerencia --y que ha levantado ampollas entre el personal, llegando a provocar la renuncia de la antigua coordinadora-- es la obligación de atender a todos los pacientes que lleguen al hospital, facilitándoles luego los medios necesarios para trasladarles a otro hospital si es preciso. "¿Cómo vamos a ver a una mujer embarazada si no hay ginecólogo? Pues tenemos la obligación de hacerla esperar las horas que haga falta para verla y después derivarla", indican los sanitarios del Royo.
La directora médica, sin embargo, tiene otra visión. "Todo paciente que llega a la puerta de un hospital tiene derecho a ser examinado. Si una mujer está de parto, será mejor que el niño nazca en un hospital, aunque sea con un médico generalista, que de camino en un taxi", asegura. Amparo García sí reconoce que el centro tiene que reducir las esperas --por ejemplo, ayer una persona que se quejaba de un golpe llegó a esperar cuatro horas aunque en ocasiones estas se han alargado a siete--. "Este debe ser nuestro principal objetivo", indica.
El personal denuncia también que no se ha podido poner en marcha el triaje ni la consulta rápida por la falta de personal. La directora médica asegura que, tal y como estaba previsto en su cronograma, en los próximos días estos servicios estarán activos. Con el mismo personal. |
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