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Un derbi diferente y emotivo: Zaragoza-Huesca 2-2 Redacción (NJ) (Dec 08, 2008) Fútbol |
El Huesca se adelantó 0-2, con goles de Rubén Castro y José Vegar, y estuvo muy cerca de provocar una gran e histórica sorpresa. Ewerthon consiguió igualar la contienda entre aragoneses en el tramo final. Arizmendi, Luis Helguera y Marcelino García Toral, entrenador del Real Zaragoza, fueron expulsados. La Romareda se llenó y se vivió una tarde de fútbol apasionante.
Cincuenta y ocho años después de su última edición, el derbi aragonés vino a conducirse por donde salió, que no es ni por aquí ni por allá, sino por donde nadie previó. Un derbi emotivo, alegre, sorprendente, como casi todos ellos, peleón pero, un derbi alegre e imprevisto, que creó un estilo, una ilusión.
La supuesta combinación mortífera de Ewerthon y Oliveira en la vanguardia no fueron garantía, en principio, de superioridad para el Real Zaragoza. Aveinte minutos del final los seguidores del Huesca coreaban con olés el juego de su equipo.
Inesperadamente surgió Ewerthon de alguna parte, que no es un lugar del campo exactamente, sino de la mezcla de dos imprevistos como son su intuición, y un error de Paco Borrego. La duda de este último permitió que llegara el balón a las botas del brasileño, que no perdonó.
El primer tanto de Ewerthon sacó al Real Zaragoza del despiste, bajón anímico y del mayor riesgo de vergüenza, y lo situó en la disposición de la remontada. Fue Ewertón, quien se encargó de dar continuidad a su proceso de recuperación, o, si se quiere, de salvación del honor. Un centro enviado desde la derecha lo colocó de nuevo en el fondo de la portería defendida por Eduardo, tanto con el que elevó a definitiva la igualdad en el marcador.
El Huesca de Antonio Calderón, en este partido, creció algo más como conjunto, como bloque o estructura compensada. Al Zaragoza se encontró con un mensaje de diferente. De entrada, desaprovechó la primera ocasión de alzarse a lo más alto de la clasificación. |
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