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CINE 12-12-2005
Crítica - 'Oliver Twist', de Roman Polanski
Enrique Marqués (NJ)
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Sinopsis
Oliver Twist, así como el resto de los chicos del orfanato, se están muriendo de hambre, y deciden jugarse quién de ellos pedirá más comida. Oliver es el elegido. En la cena de esa noche, después de su ración normal, Oliver se dirige al director del orfanato y le pide más comida. Tachado de ser problemático por el Sr. Bumble, el bedel y por el director, Oliver es ofrecido como aprendiz a cualquiera que lo quiera contratar.
Comentario
Tras realizar una de las mejores obras de los últimos años, y una de las más logradas en torno al tema del Holocausto judío por los nazis, 'El pianista', Polanski decide adaptar un clásico de la literatura inglesa de todos los tiempos: 'Oliver Twist' de Charles Dickens, que ha conocido numerosas traslaciones a la pantalla, de las que se recuerdan fundamentalmente dos, la más realista de David Lean y la maravillosa versión musical 'Oliver', de Carol Reed.
Polanski, al parecer, ha querido hacer la versión definitiva, pero esta vanidosa intención queda a medias, pues aun teniendo la película una factura técnica y artística muy notables, y siendo una película entretenida y narrada con corrección, quizá por comparación de las dos obras mayores señaladas antes, se echa de menos algo de emoción verdadera en la historia y los personajes.
Y este es el problema del Oliver de Polanski, que se limita a contar más o menos convencionalmente su historia sin implicar lo suficiente al espectador, especialmente al que conoce la historia a la perfección. Así, la odisea y las penurias del pequeño Oliver, desde que escapa de la familia a la que es vendido por osar pedir más comida en uno de esos horribles orfanatos de la antigua Inglaterra, se siguen con interés y de manera entretenida, porque el guionista no se sale ni un ápice de la historia conocida.
El nuevo Oliver Twist cuanta con actores que dan vida de manera carismática a sus personajes, especialmente Ben Kingsley que nos ofrece un buen "Fagin", que en cualquier caso no nos hace olvidar a sus ilustres predecesores. Este personaje, el viejo usurero que vive rodeado de golfillos a los que explota con el objeto de que roben para él, es sin duda el más llamativo del relato, pero también interesan "Billy", el malo que sin duda toda película familiar tiene que tener (por aquello del contrapunto al héroe y para que todo el mundo vaya contra él), o la prostituta de buen corazón que ayudará a nuestro protagonista. Sin embargo, el chico que encuentra a Oliver y le lleva a la guarida de Fagin no resiste comparación con aquel inolvidable Jack Wild de la versión musical. Tampoco el propio Oliver resulta demasiado convincente.
En definitiva, una muy correcta y digna película familiar, al estilo de las de siempre, que hubiera resultado una estimable versión de la novela dickensiana en manos de algún cineasta debutante, o secundario. A Polanski le pedimos otras cosas.
Lo mejor: La ambientación y los decorados
Lo peor: Que no la necesitábamos
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