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SOCIEDAD 12-12-2005
Los Acuerdos de Montreal Prolongarán las Medidas del Protocolo de Kioto
José Carlos Royo (NJ)
La Cumbre del Clima de Montreal termino con un mandato claro para impulsar nuevas conversaciones para prolongar los compromisos del protocolo de Kyoto más allá de 2012, fecha en la que expiran las actuales metas de reducción de gases de efecto invernadero asumidas por las naciones industrializadas.
Estados Unidos seguirá manteniéndose al margen del protocolo de Kyoto, pero finalmente ha aceptado una propuesta de menor rango dentro del convenio, que acoge a 189 países, para entrar en un diálogo sobre los pasos futuros para combatir el cambio climático.
La conferencia de Montreal se enfrentaba al problema de cómo involucrar a Estados Unidos en un pacto de futuro cuando no es un país firmante del protocolo de Kyoto (1997). La Administración Bush no estaba en la conferencia de países firmantes de Kyoto, pero sí en la paralela convención sobre el cambio climático que partía de los acuerdos más modestos de Río de Janeiro (1992).
Canadá y la UE tenían como gran objetivo que Washington aceptara, como se logró a última hora, participar en un futuro marco de diálogo y de cooperación internacional contra el calentamiento de la Tierra.
El Gobierno de EE.UU., finalmente, cedió al verse aislado por la comunidad internacional y se adhirió al pacto alcanzado previamente por la UE, Japón, Canadá y el grupo del G-77 a fin de iniciar conversaciones sobre "acciones de cooperación a largo plazo para afrontar el cambio climático".
La tensión en la cumbre se cargó desde que la UE, Japón, Canadá y el G-77 anunciaron un principio de acuerdo para luchar a largo plazo contra el calentamiento del planeta al margen de EE. UU dentro del convenio marco.
La alianza entre países industrializados y naciones en desarrollo, las cuales aceptaron realizar acciones voluntarias para reducir emisiones de gas, dejaban a EE. UU. fuera de todo el proceso.
La Administración Bush se oponía a tales conversaciones ante el temor de verse atada en el futuro a reducciones de gases. Paralizó la conferencia unas horas con dos propuestas que resultaron polémicas.
La primera pedía que se retirara del documento el término "largo plazo" y que se eliminaran las referencias a las acciones voluntarias en países en desarrollo. Algo inaceptable por todos los demás países ya que venía a legitimar que las naciones industrializadas podían optar por esta vía voluntaria.
La adopción de este acuerdo también fue retenida durante horas por Rusia, que pretendía dar entrada en este punto a las acciones voluntarias de reducción de gases.
Al final, tras la dura posición de la UE, EE.UU. retiró sus enmiendas y se sumó al pacto para no quedar más aislado. El acuerdo indica que el diálogo que se pondrá en marcha debe servir para "intercambiar experiencias y analizar enfoques estratégicos de cara a acciones de cooperación a largo plazo para tratar el cambio climático".
Este acuerdo es un paso adelante que permite programar el futuro tras los acuerdos de la ya lejana cumbre de Kyoto, en el que podrá participar Estados Unidos. De hecho, la resistencia del Gobierno de Washington a aceptar Kyoto es polémica en Estados Unidos.
La conferencia ha sido considerada un éxito. El acuerdo de Montreal avanza en nuevos compromisos para reducir gases y refuerza el mecanismo de desarrollo del protocolo (MDP) que permite a un país industrializado liberarse de parte de sus obligaciones para con Kyoto en su territorio mediante una inversión en un país en desarrollo.
También se ha acordado el funcionamiento de un fondo de adaptación que permite a los países en desarrollo hacer frente al cambio climático y que la lucha contra la deforestación en un país del sur se pueda cuantificar como créditos en el mercado de los derechos de polución.
Montreal significa, a partir de ahora que los países cuentan con un procedimiento para poner remedio al calentamiento global de la Tierra y al cambio climático.
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