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ONGS 21-11-2005
La Cumbre de Barcelona Debe Coordinar la Inmigración
Publicado en La Vanguardia
Los primeros días del pasado mes de octubre las imágenes de Ceuta y Melilla nos dejaron a todos conmovidos. La inmigración de miles de personas de África hacia Europa en condiciones infrahumanas es algo imparable, ya que no tienen ninguna oportunidad en sus países de origen.
Esta situación descontrolada, este abandono de tanta gente a su suerte, nos impedía a muchos comer y cenar plácidamente en casa, puesto que hay que carecer de conciencia para que un drama humanitario de estas dimensiones no nos afecte.
Por ello, hemos pensado que la cumbre euromediterránea en Barcelona, los próximos días 27 y 28 de noviembre, es una buena oportunidad para que los ciudadanos pidamos a los jefes de Estado y de Gobierno que hagan una decidida apuesta política para abordar este problema, desde la coordinación entre los estados.
Con esta finalidad hemos redactado un manifiesto, que puede leerse y suscribirse en la página web del Col.legi d'Advocats de Barcelona.
Alguien puede pensar que el manifiesto es tan simple que no aborda las causas del problema, y ésta es una reflexión acertada, puesto que precisamente ésa es su intención. Es muy difícil ponerse de acuerdo en las responsabilidades, pero al menos debemos ponernos de acuerdo en las soluciones.
Si aquel pasado octubre ya exigía hacer algo, los hechos que están sucediendo este noviembre en Francia hacen que las decisiones sean imprescindibles. Ya no es sólo por solidaridad, es porque o cabemos todos en este mundo global o los excluidos intentarán que no quepa nadie.
Las soluciones son complejas, pero las diferentes cumbres ya han diseñado algunas políticas que no se han materializado, consintiendo incumplimientos por parte de Israel que no hay que tolerar más.
Según la propia Comisión Europea, de las ayudas euromed comprometidas desde 1995 no se han llegado a ejecutar ni el 50% de los créditos.
Hay que corregir las políticas comerciales, así como las de subvenciones a la agricultura europea, escuchando voces como las de Intermón-Oxfam cuando denuncia que no benefician a los pequeños agricultores, sino fundamentalmente a los grandes terratenientes y empresas, lo que perjudica de un modo inmoral a los países del Tercer Mundo.
En términos de rentabilidad, nos conviene más a todos que la gente pueda vivir en su casa que levantar murallas costosísimas y vulnerables, sabiendo que los problemas sociales nunca se resuelven sólo con represión.
Y todo ello sin entrar a valorar los problemas de racismo y de xenofobia que estos conflictos pueden impulsar.
(Publicado en La Vanguardia)
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