|
EDUCACIÓN 7-11-2005
IV. Sociedad Actual y Manipulación
Miguel Ángel Albás Mínguez
La sociedad actual, con los factores principales que se dan en ella, es el escenario perfecto para la manipulación. La libertad ha dado paso a la cosificación de la persona, transformando al hombre, e influyendo en su personalidad, a través de la manipulación. La acción educadora debe ser la base para lograr una mejora de los seres humanos.
La sociedad en que vivimos es una sociedad cuyas principales coordenadas son: el permisivismo, el materialismo, y el colectivismo. Estas son las tres fundamentales líneas de reducción, y por consiguiente, de deterioro humano.
De tipo permisivo; en el concepto de libertad que se reduce a "independencia desvinculada", en el concepto de autoridad educativa reducida a "autoridad anónima" en la educación permisiva o, en autoridad ideológica en la "politización de la educación".
De tipo materialista; en el concepto de libertad reducida a "libertad de tener";en la calidad de vida reducida a "bienestar material"; en la felicidad humana reducida a "felicidad natural, sensible".
De tipo colectivista o masificador; en el concepto de persona humana reducida a "mera condición de supervivencia de las sociedades"; en el concepto de educación reducido a "instrumento de acción social, política"; etc...
Vehículos
Algunos vehículos sirven, igualmente, para la educación y para la manipulación, de acuerdo con la finalidad perseguida en uno o en otro caso.
Un ejemplo de vehículo común, son los medios de comunicación colectiva. Estos medios, dice Luka Brajnovic, "son capaces de ampliar los horizontes del saber humano; de desarrollar el gusto artístico y las virtudes morales, etc..."pero también " de degradar, de pervertir y de esclavizar a la persona humana no sólo en los países atrapados por el totalitarismo político-ideológico o por la miseria económica y cultural, sino también en los ambientes generalmente orgullosos de su vivencia en las libertades democráticas.
Tanto a los individuos como a las masas - es un hecho patente - se les puede manipular psicológicamente para que acepten el desorden, vivan una vida vacía y amoral, apoyen una dictadura, compren un producto que no necesitan o se acostumbren a unos hábitos superfluos, inútiles o dañosos".
Ambas, educación y manipulación, se refieren a la persona. La educación es, entre otras cosas, crecer en libertad. La manipulación entra en la categoría de esas múltiples fuerzas o influencias que se oponen a "la tensión del hombre hacia la libertad". Cosificar, instrumentalizar - o incluso - planificar al hombre es un intento, más o menos eficaz, de privación de la libertad humana.
Ambas son influencias. Negativa a la manipulación; y la educación como positiva. Es decir, no toda influencia es alienante, como suele afirmarse a veces. En efecto, es evidente que hay influencias que benefician a la persona.
Por ejemplo, la influencia de los educadores -aquellos que prestan una ayuda necesaria al proceso de mejora personal de otros- con el ejemplo y con la palabra, sin falsear la verdad y sin menospreciar la libertad ajena.
"La manipulación, ciertamente, indica una intervención sobre el ser humano para trasformarlo, al menos, influir en su personalidad; pero todo esto, no por el camino de atacar directamente su voluntad o libertad, sino por vías indirectas. Se busca provocar una decisión, un estado de conciencia, una acción, pero sin expresar un mandato o una presión, sino actuando sobre el inconsciente o sobre el subconsciente, sobre el sistema nervioso o sobre los instintos".
En ambos casos hay transformación. En la acción educativa, tendiendo a los fines propios del ser humano, por vía de motivación respetuosa con la libertad responsable de quien se educa. En la acción manipuladora, buscando otros fines o nuevos modelos de ser humano.
Hay manipulación - instrumentalización o cosificación - en cuanto se quieren imponer (por vías indirectas) al ser humano, fines que no son los suyos, sino inferiores; en cuanto que se le quiere reducir a algo manejable con finalidades ajenas a su desarrollo personal.
En los resultados que se obtienen se puede advertir si se trata de acción educativa o de acción manipuladora. Se comprende, por tanto, que los mismos vehículos sirvan para ambos tipos de acciones.
Lamentablemente, algunos medios de gran eficacia vehicular se utilizan con mayor facilidad -y por consiguiente, con mayor frecuencia- para la acción manipuladora. Es el caso de los ya referidos medios de comunicación colectiva: televisión, cine, radio, etc..., incluidos libros y posters. Los medios de comunicación colectiva, sirven también para educar, pero ¿quién los promueve y financia con esta finalidad?.
Otro vehículo común son las modas. Los estilistas "estudian el mercado, intentan descubrir el gusto dominante, y lanzan masivamente productos y subproductos del vestir: cinturones, zapatos, perfumes, relojes, amuletos, o artísticos remiendos... destinados al consumo".
Algo que parece neutral, intranscendente, puede tener serias consecuencias en la sociedad actual. Se produce no sólo un desarme "ético" sino también un "desarme estético".
Muchas personas no se plantean la prioridad de los valores éticos respecto a los estéticos; es más, ni siquiera toman en consideración los valores estéticos. Ellas pierden feminidad; ellos se afeminan. La elegancia (saber elegir) desaparece. La moda "unisex" genera un cierto confusionismo.
"Y en muchas ocasiones, lo efímero, lo pasajero, la moda, lo caprichoso, asumen el papel de una verdadera catequesis, que intenta vulgarizar e imponer una concepción intrascendente del ser humano con los métodos y el estilo tosco de una dictadura de trapo". Es el reduccionismo de la manipulación, en uno de sus innumerables ejemplos de tiranía solapada.
Determinadas modas en el vestido, ofrecen unas posibilidades asombrosas de "eficacia" como vehículos de manipulación y ayudan a comprender, cómo la acción manipuladora destruye la intimidad o impide su desarrollo.
Permiten ver cómo "el subjetivismo, la moral de situación, el socialismo sexual, el naturalismo del color de la tierra, el vacío humano relleno de irracionalidad, tienen en fin, la pretensión de expropiar la intimidad y el pudor personal o convertirlos irónicamente en un patrimonio estéril, pequeño, burgués, negando, en todo caso, el valor condicionante que tiene para el hombre lo que el hombre realmente es".
Como vehículo de manipulación no debe limitarse la moda al vestir; influyen las costumbres de la moda, las ideas de moda y, en algunos casos, los valores de moda - en otros - los disvalores o los contravalores -. Se ponen de moda determinados libros, revistas, películas, obras de teatro, utopías ideológicas, etc..., utilizando para ello los más refinados recursos publicitarios. Diversos vehículos de manipulación, debidamente combinados, refuerzan la eficacia de la acción manipuladora.
Limitaciones
El contraste radical entre educación-manipulación puede observarse desde muy diversas perspectivas. Una de ellas, la de las limitaciones humanas, es particularmente sugestiva.
La acción educativa parte del conocimiento de las limitaciones reales del ser humano (nadie es perfecto), las acepta y procura la superación de algunas. La acción manipuladora no acepta algunas de estas limitaciones, fomenta artificialmente otras, y en general, busca en ellas la complicidad del ser humano para un proceso de reducción.
Uno de los principales y más generalizados efectos de la manipulación consiste en añadir graves limitaciones - artificialmente provocadas - a un ser de por sí ya limitado: el hombre.
En cuanto la manipulación es una reducción -o una combinación de reducciones-, y es manipulación de personas; el ser humano - que por su libertad responsable puede llegar a ser mas - llega a ser menos. Fundamentalmente, se le procura reducir a consumidor.
Para ello, el sexo, la novedad, la moda, el valor, el disvalor, el contravalor, etc..., todo es reducido, a su vez, a objeto de consumo. El consumo es, por tanto, uno de esos efectos realimentadores.
De hecho, observando diversas acciones reductivas que inciden sobre el ser humano se advierte la tendencia a limitarle, por vía manipulativa a lo secundario o a lo superficial - apoyadas estas acciones en la complicidad del manipulado, es decir, en sus propias tendencias desordenadas -.
Esta reducción de cualquier tema humano, limitándolo en el mejor de los casos a lo secundario, ofrece una modalidad muy generalizada que es la reducción a lo técnico - a veces, por razones de un falso respeto-. Quedarse en lo técnico es, en efecto, reducir la relación del hombre con el mundo a una forma de ver singularmente angosta.
Por ejemplo, la llamada educación sexual. La forma en que habitualmente se formula la "educación sexual" es la mejor demostración de la pobreza desoladora de nuestra cultura tecnificada. Quizá influya también la ausencia del verdadero amor en esta cultura, en la falta de relación de la "educación sexual" con la educación para el amor.
Otros efectos de la manipulación, consecuencia de la reducción de los temas humanos a lo secundario, a lo superficial, son la inversión de valores resultante de supeditar lo principal a lo secundario - aun siendo ambos importantes -; la tendencia a ser profundo en lo superficial y superficial en lo profundo.
Esto se puede observar, por ejemplo, en la situación actual de una cultura sin valores. "Por primera vez en la historia, una generación se abre a la existencia sin valores de referencia" (André Malraux).
En todo caso, se hacen pasar por valores o puntos de referencia las "independencias", las "liberaciones" y las "curiosidades" - se quiere verlo todo, saberlo todo y ensayarlo todo -. Estos puntos de referencia - muy relacionados, así mismo, con la manipulación - sirven, en todo caso, para fomentar el individualismo, el culto al bienestar, el predominio de la imagen sobre el pensamiento, el consumismo. La propia nueva cultura europea - sin valores - puede ser fácilmente transformada en un bien de consumo.
Resultaría difícil explicar cómo se combinan distintos efectos de la manipulación para generar el principal de ellos que es el confusionismo. Contribuyen a ello, junto con los anteriormente mencionados, el oscurecimiento de la inteligencia. Sciacca, en un libro con este mismo título, destaca esta reducción del ser humano "consistente en el rechazo de su limite ontológico".
Se le oscurece la inteligencia - es, filosóficamente estúpido el hombre - cuando se vuelve "ciego respecto del límite". En estas condiciones de ceguera, el ser humano, paradójicamente, niega sus límites a la vez que incrementa sus limitaciones.
¿Se entiende bien como contrastan, respecto a las limitaciones humanas, el sentido realista de la acción educativa y el sentido contradictorio de la acción manipuladora?.
La manipulación debe ser superada por la acción educativa. A pesar de las fáciles complicidades del ser humano (es más fácil dejarse manipular que educar); de las diversas modalidades de complicidad, que se combinan para "armonizar" un optimismo irreal y un derrotismo inaceptable; una gran confusión en las ideas y una incongruencia más o menos grande en la conducta.
¿Qué pueden hacer quienes, siendo conscientes de este complejo proceso de deterioro humano, deseen hacer algo para evitarlo - y ayudar a otros a evitarlo -; para superar - y ayudar a superar - sus efectos en las personas y en la sociedad?
Luchar. Ante todo contra sus propias y personales complicidades, contra los efectos de la manipulación - confusionismo, masificación (o igualitarismo), infantilismo (o irresponsabilidad), etc; contra las ideas reductoras.
Una lucha compatible con un gran respeto a las personas. Pero, hay que pasar a la acción, reclamando el derecho a educar y denunciando todo intento de manipulación que nos reduce y deteriora nuestra dignidad como personas.
|