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CINE 25-10-2005
Sombras y Luces en Busca de las Espigas
Enrique Marqués (NJ) Enviado Especial
Entre las películas vistas los últimos días y que buscan sus sitio en el palmarés final se han podido ver películas correctas, fallidas, interesantes... Una sección oficial desigual la de este año, cuando se llega al ecuador del certamen. Por su parte, la sección paralela Punto de encuentro sigue sin levantar cabeza en esta edición.
La realizadora india Deepa Mehta presentaba este lunes la tercera parte de su trilogía de los elementos, 'Agua' (las anteriores fueron 'Tierra' y 'Fuego'), que tiene un acabado formal muy conseguido, pero que abusa de un esteticismo muchas veces gratuíto, quizá para ocultar lo tópico y mil veces contado de su argumento. El film denuncia los dogmatismos y la demencia del fanatismo religioso, y la situación de las mujeres viudas en la India, que tan sólo pueden aspirar a dejar pasar la vida, encerrándose de por vida como si hubieran muerto ellas también con los maridos que sus familias les impusieron forzadamente. La película remonta el vuelo en el clímax final, que logra interesar al espectador todo lo que no había conseguido hasta ese momento, y por tanto la sensación es más positiva finalmente de lo que la película merece.
También a concurso se presentó para la prensa la película chilena 'En la cama', con un original punto de partida pero algo irregular en su desarrollo. Una pareja que apenas se conoce hace el amor en la habitación de un motel. El resto de la película, entre polvo y polvo, la pareja habla continuamente y ambos intentan conocer al otro. Es una idea interesante, que en muchos momentos funciona (como esa teoría sobre el cine que propone el chico), pero que también cae en el aburrimiento en algunas situaciones. El interés del espectador varía demasiado, y hubiera valido mucho más como cortometraje.
Colores de barrio
Y en la mañana de este martes se ha podido ver la primera de las dos producciones enteramente nacionales que participan en la sección oficial, 'Vida y color', ópera prima del guionista Santiago Tabernero. Se trata de una competente película que, una vez más, no cuenta nada nuevo, pero que se ve con interés y contiene suficientes puntos de emoción en su historia. Fede es un chico de barrio en el otoño de 1975, cuando Franco agoniza y el país se ve inmerso en plena incertidumbre sobre su futuro político y social. El protagonista vive con sus padres, su hermana y su abuelo, un viejo republicano que ve como los tiempos cambian al mismo tiempo que se acaba su vida. La película discurre en estampas cotidianas de un barrio obrero: pandillas de chavales gamberreando, gente que lucha por salir adelante, conflictos raciales y alguna que otra truculenta historia quizá algo metida con calzador para lograr un mayor dramatismo. 'Vida y color' no es una película perfecta (de nuevo, le sobran tópicos para serlo, además de tener una excesiva benevolencia con ciertas realidades de la época), pero Tabernero demuestra que tiene pulso de buen cineasta y que sabe dirigir actores.
Punto de encuentro
Y en Punto de encuentro, sección que el festival dedica a aquellos títulos de corte más independiente o arriesgado, se sigue viendo un nivel demasiado bajo en comparación con lo que ofrece habitualmente esta sección. La mediocre producción uruguaya 'Ruido' es una comedia surrealista que funciona más o menos bien en su primera media hora, con golpes que descolocan al espectador y que hacen pensar en Woody Allen en versión sudamericana (el protagonista tiene un cierto parecido con el director neoyorkino), pero este espejismo se acaba pronto y la película se hace farragosa y pesada, perdiendo la gracia.
Por su parte, 'Tatuado' es un título argentino que cuenta la relación de un chico con su padre, con el que hace un viaje al interior del país para resolver las dudas del primero con respecto a su pasado, marcado por el abandono de su madre, cuyo único legado fue un tatuaje en el brazo que hace recordarle en todo momento que tiene muchas cosas que averiguar. El planteamiento es interesante pero está mal resulto y el desarrollo es deficiente. Además, a la película no le ayuda tampoco precisamente un aspecto formal deslabazado y feísta, de película amateur.
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