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DEPORTES 11-7-2005
La Liga de las Incógnitas
Héctor Mendal (NJ)
Qué largo se hace un verano sin Mundial, ni Eurocopa, a un buen aficionado al balompié. Sin embargo, torneos veraniegos, amistosos y partidos de la Selección pueblan el calendario. Mientras, los hinchas y los medios de comunicación debatimos sobre fichajes y expectativas de los diferentes equipos de Primera División de cara a un nuevo, y esperemos que interesante, Campeonato Nacional de Liga.
Poco más de un mes después de la conclusión del último Campeonato Nacional de Liga, varios equipos se pusieron en marcha. Deportivo de la Coruña y Valencia debieron atarse las botas para comenzar a pelear un puesto en la próxima Copa de la UEFA a través de la Copa Intertoto. Poco tiempo de vacaciones según los futbolistas, demasiado según los sufridos aficionados, que sí saben lo que es "sudar la camiseta" para llegar a fin de mes. Salvo los de estos dos equipos, el resto de aficionados tienen que conformarse, durante el verano, en especular sobre las aspiraciones de los diferentes clubes. Y eso es lo que vamos a hacer, también, nosotros. Como buenos aficionados al fútbol.
El Alavés del inefable Pitterman vuelve a la máxima categoría tras dos años de ausencia. Con un juego aguerrido y derrochando pundonor, los de Chuchi Cos intentarán superar sobre el terreno de juego el espectáculo que, a buen seguro, dará su presidente Dimitri Piterman fuera del mismo. Y no será tarea fácil, pero deberán hacerlo si no quieren sucumbir, nuevamente, en las catacumbas de Segunda División.
Campaña de reflexión en el Athletic Club de Bilbao. Con Valverde -el técnico que sacó petróleo de una plantilla escasa y que a punto estuvo de clasificarla para competiciones europeas- fuera del banquillo y Del Horno haciendo suyo el lateral izquierdo del Chelsea, y Ezquerro cabalgando por el Nou Camp, los de Mendilibar se agarrarán, a buen seguro, a la clase de Yeste y Etxeberría para mantener sus remotas aspiraciones europeas.
'El Pupas', es decir, el Atlético de Madrid, quiere dejar de serlo. Tras varios años deambulando por Primera División, quiere volver a ser el que fue. Para ello ha decidido liarse la manta a la cabeza y volver a hipotecar su futuro sobre la posible venta de los terrenos del Vicente Calderón para volver a tirar la casa por la ventana en materia de fichajes. El proyecto, capitaneado por el veterano técnico argentino Carlos Bianchi, nace con la intención de arropar a Fernando Torres. Para ello Toni Muñoz, el secretario técnico del club colchonero, ha echado las redes sobre los delanteros Kezman y Maxi Rodríguez. Si triunfan, habrá espectáculo; si no, la afición atlética explotará. Y ya ni les cuento qué ocurrirá si, finalmente, no venden el Calderón. ¿Intervención judicial 'habremus'?
Ahora o nunca. Ese parece ser el lema del Fútbol Club Barcelona para situarse, nuevamente, entre los grandes de Europa. El actual campeón presenta un proyecto que, capitaneado por Ronaldinho y sus escuderos Decco, Eto'o y el fichaje sorpresa de todas las temporadas del equipo culé debe hacer que los azulgrana aspiren, cuanto menos, a la Liga y a intentar ganar la Champions o la Copa del Rey.
Por su parte, al Betis, le espera una campaña complicada. El actual campeón de Copa del Rey, a priori, parece que no armará una plantilla suficientemente potente como para estar arriba en Liga y Champions. Contarán con la magia de Rivera en el centro del campo y con el disparo de Assunçao, pero los verdiblancos negociarán con el Cristo del Gran Poder para que Joaquín sea bético de por vida. Aunque eso depende, en mayor medida del polémico presidente, por llamarlo de alguna manera, Manuel Ruiz de Lopera.
Todos los años hay, en Primera, un equipo 'simpático'. Otrora fuera el Logroñés, el Numancia o el Extremadura y este año le toca al Cádiz. Los amarillos vuelven a la categoría de oro del fútbol español tras once temporadas deambulando por Segunda División B y Segunda División y no será fácil despertarles del sueño. Con ilusión, juventud, desparpajo y salero, los de Víctor Espárrago -otro clásico de la categoría- no quieren ser la 'comparsa' de Primera División.
Tampoco querrá serlo el Celta de Vigo que, tras su particular 'añito en el Infierno', vuelve con energías renovadas. Eso sí mucho tendrá que remozar su plantilla el presidente Horacio Gómez si quiere que Balaídos vuelva a cantar la Rianxeira. La sombra de Karpin y Mostovoi es alargada y no parece que haya nadie dispuesto a superarla.
Otro equipo gallego que presenta un remozado plantel es el Deportivo de la Coruña. Para empezar, Irureta ha considerado que, tras haber hecho bien los deberes durante siete temporadas, es hora de dejar el banquillo para el sevillano Caparrós. Y éste no se ha andado con chiquitas, haciendo sudar a los deportivistas desde el primer día de la pretemporada. Los nuevos deberán hacer olvidar a Fran y Mauro Silva para poder mirar a Europa.
También será una temporada clave para el Español. Al final de la pasada le fallaron las fuerzas y no pudo clasificarse para la Champions. Sin su máximo goleador, Maxi Rodríguez, y con una amplia nómina de bajas, si quiere instalarse en la élite, no puede seguir dependiendo de los goles de Tamudo. Afronta tres competiciones: Liga, Copa del Rey y Copa de la UEFA y, si no se refuerza convenientemente, puede perder fuelle en el torneo de la regularidad.
Un equipo que se está reforzando en casi todas las líneas, aunque no por ello puede decirse que lo esté haciendo convenientemente, es el Getafe. El banquillo, anteriormente ocupado por Quique Sánchez Flores, tendrá en esta nueva temporada como inquilino a Bernd Schuster. Aun así, se espera un año complicado para los madrileños, que siguen sin encontrar un portero de garantías a no ser que esta temporada sea la de Luis García, anterior guardameta del Real Zaragoza.
El Málaga de Antonio Tapia es uno de esos equipos que parecen condenados a deambular por la zona media de la tabla. Sin decantarse por un estilo de juego claramente definido y sin fichajes de relumbrón, salvo sorpresas, los andaluces tendrán que sufrir mucho si no quieren pasar apuros.
Otro equipo acostumbrado a sufrir, el Mallorca, lleva varias temporadas jugando con fuego. Si sus dirigentes no han aprendido la lección y no invierten en el equipo, al final, acabarán quemándose. Pero este verano no parece propicio para las grandes inversiones en el conjunto balear.
Tampoco parecen serlo para los moradores de El Sadar. Osasuna seguirá siendo un equipo aguerrido, duro y poco vistoso. La temporada pasada fue demasiado irregular, aunque estuvo a punto de ganar la Copa del Rey. A buen seguro nadará en las aguas calientes de la zona mediocre de la clasificación.
Allí podría encontrarse, también, al Rácing de Santander. Tras varios años sin agobios en Primera División, éste ha perdido a más de la mitad de su equipo titular. Soplan malos vientos para los de Manuel Preciado, que deberá tirar de cantera para mantener la categoría.
Objetivo diametralmente opuesto tendrá, de salida, el Real Madrid. Sigue con su pléyade de estrellas 'galácticas' y parece que, esta temporada, están dispuestos a sudar la camiseta. El argentino Diogo y el uruguayo Pablo García deben aportar ese punto de carácter que falta en el club del Bernabéu, cuyos jugadores tienen la cartera tan llena de dinero y de títulos en épocas pasadas como vacía de ilusiones.
Será, posiblemente, un año complicado en la Real Sociedad. Con cambio de presidente y sin Alkiza y Karpin, Amorrortu tirará de cantera para intentar ilusionar a una afición, la de Anoeta, tan acostumbrada a los éxitos como a los fracasos. La baja de Xabi Alonso se sintió demasiado la temporada pasada. Arteta debería, de una vez por todas, hacerla olvidar. Aunque Europa se verá lejana.
En ella estará presente, al menos al inicio de Liga, el Sevilla. Bajo el mando de Juande Ramos -que deberá hacer olvidar a Caparrós-, los sevillistas intentarán hacer algo grande en Europa al tiempo que no se resientan sus aspiraciones ligueras. Da la impresión de que Baptista necesita compañía en la punta del ataque, pero el Pizjuán volverá a vibrar con su equipo.
También lo harán en Mestalla los seguidores del Valencia. Con Quique Sánchez Flores en el banquillo y con gran cantidad de fichajes, entre los que destacan David Villa y Patrick Kluivert, el buen fútbol debe volver a la ciudad del Turia. La pasada campaña perdió el tren de la Champions y no quiere volver a hacerlo.
Para el otro equipo valenciano, el Villarreal, será un año clave para su futuro. Ha conseguido atar a su estrella Riquelme y también al goleador Forlán. Pero jugará la Liga de Campeones y, junto a la Copa del Rey, parecen demasiados frentes como para repetir el éxito de la anterior temporada. Pero si Riquelme, Forlán. José Mari y compañía siguen jugando como los ángeles, pueden conseguirlo a pesar de la baja de Reina en la portería.
Y por último, y no por ello menos importante, queda el Real Zaragoza. Da la impresión de que, esta temporada, el presidente Soláns tenía ante sí el reto de hacer un equipo grande. Pero no parece que eso vaya a ocurrir y, posiblemente, afronte la temporada con una plantilla corta de efectivos. La baja de Villa en el ataque será un lastre para un equipo que sigue confiando en la buena estrella de Savio y Milito, a no ser que alguno de los nuevos delanteros zaragocistas acerque a Europa, con sus goles, a los blanquillos.
En definitiva, que ya queda menos para que comience a rodar el esférico. No desesperen, amigos lectores, aprovechen el verano, relájense, olvídense del fútbol por unas semanas, y prepárense para disfrutar de 'La Liga de las incógnitas'.
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