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CINE 23-5-2005
Las Películas Pueden Decepcionar, pero la Fuerza está con 'Star Wars'
Kate Kelly (Publicado en The Wall Street Journal)
Jeff Yankey, empleado de 32 años de un fondo de inversión, tiene 200 figuras de acción de La Guerra de las Galaxias en su casa de Noblesville, Indiana. Su armario está lleno de disfraces de La Guerra de las Galaxias, desde la Guardia Real hasta la Princesa Leia Organa. Conoció a su esposa en la Legion 501, un club de fanáticos de La Guerra de las Galaxias, y en su matrimonio vistieron ropajes blancos, como los que usan las tropas de asalto de Darth Vader.
Pero Yankey carga con un oscuro secreto: opina que las últimas películas de La Guerra de la Galaxias son bastante malas. Episodio I: La Amenaza Fantasma, estrenada en 1999, tenía "muchos errores", dice, incluyendo a un protagonista, Anakin Skywalker, de 9 años, demasiado joven como para atraer a un público mayor. Tres años más tarde, con Episodio II: Ataque de los Clones, quedó desilusionado con la historia de amor "floja" de la película, que no despertó su interés hasta las escenas de las batallas del final.
Llegó con grandes expectativas, pero al final, "no estuvo muy emocionado", dice. De todas formas, Yankey dice que ha visto ambas películas entre 10 y 20 veces, tres veces cada una en el cine y varias más en las versiones DVD que compró. Piensa también ver el capítulo final de la saga de La Guerra de la Galaxias que se estrena hoy, Episodio III: La Venganza de los Sith lo más pronto posible.
Yankey es la personificación de un acertijo: ¿Por qué los fieles seguidores de La Guerra de las Galaxias siguen involucrados en esta franquicia, aun cuando a muchos de ellos les desagrada lo que han visto en la pantalla desde que el creador de la serie, George Lucas, desempolvó la franquicia a fines de los 90? "No hay que perdonar, sino olvidar", dice Yankey, y agrega que las tres películas originales de La Guerra de las Galaxias, producidas en los años 70 y 80, son una parte indeleble de su infancia. "Así que estamos dispuestos a olvidar los Episodios I y II por los Episodios IV, V y VI. Y el Episodio III lo resume todo".
La Venganza de los Sith llega a los cines con la esperanza de que todo será perdonado y que la película ayudará a rescatar a Hollywood de su reciente bajón en las taquillas. No todas las franquicias cinematográficas reciben tantas oportunidades. Pero con su historia de 28 años y US$3.400 millones acumulados en todo el mundo, La Guerra de las Galaxias no es sólo una película de Hollywood; es un fenómeno con un significado profundamente personal. "La Guerra de las Galaxias es algo que trasciende al entretenimiento", dice el crítico cultural Neal Gabler. El público "ha comenzado a ver esto en términos de su propio desarrollo personal".
Muchos fanáticos adultos recuerdan con afecto haber visto La Guerra de las Galaxias en el cine en 1977. Luego, llegó otro grupo crucial de devotos a La Guerra de las Galaxias: la generación que creció con un aparato de videocasete. A partir de los 80, pudieron ver las películas una y otra vez en sus casas.
Ahora que llega el último de seis capítulos, un cúmulo de memorias, obsesión cultural y lealtad une a esta gente tanto a Lucas como a otros fanáticos como ellos. A muchos les resultaría un alivio que Lucas logre un final espectacular tras los errores de los Episodios I y II. Los ejecutivos de Lucasfilm Ltd., la productora de Lucas, resaltan que La Amenaza Fantasma obtuvo US$431 millones en taquilla en EE.UU., convirtiéndola en uno de los mayores éxitos de todos los tiempos. El Ataque de los Clones, obtuvo US$311 millones. "Para haber tanto descontento, estas son cifras enormes", dice Jim War, encargado del marketing, distribución y negocios en línea de Lucasfilm.
En una aparición en el Festival de Cannes a principios de esta semana, Lucas ofreció su propia explicación. "Tenemos dos tipos de fanáticos. Uno tiene más de 25 y el otro tiene menos", explicó Lucas. "Los fanáticos de más de 25 son leales a las tres primeras películas. De hecho, tienen entre 30 y 40 años ahora, por lo que controlan a los medios, la Web; controlan todo básicamente. Entonces, la voz que se escucha es la de los que tienen más de 25". Pero el grupo de los menores de 25, agregó, "adoró fanáticamente" las películas recientes, y debaten sus méritos con pasión con los fanáticos mayores.
(Publicado en The Wall Street Journal)
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