Noticias Jóvenes
 Portada
 Prensa
 Radio
 Televisión
 Internet
 Tecnologías
 Reportajes
 Deportes
 Música
 Cine
 Teatro
 ONGs
 Ecología
 Educación
 Libros
 Gente
 Sociedad
 Perfiles
 Encuestas
 ICC   Ánade
 Enlaces
 Hemeroteca
 Quiénes somos
 Colabora con NJ
 Contacto
La visualización completa del índice requiere JavaScript. En todo caso, el índice completo es accesible desde la Portada

CINE  •  16-5-2005

Crítica - 'El Reino de los Cielos', de Ridley Scott
Enrique Marqués (NJ)

* *El reino de los cielos

Sinopsis

En tiempos de las Cruzadas, Godofredo, caballero comprometido con el mantenimiento de la paz en Tierra Santa, emprende la búsqueda de su hijo ilegítimo, Balian, joven herrero francés. Este cede ante su dolor y se une a Godofredo en su misión sagrada. Tras la muerte de su padre, hereda su tierra y su título en Jerusalén, ciudad en la que los cristianos, musulmanes y judíos han conseguido alcanzar una convivencia pacífica durante la tregua entre la 2ª y 3ª Cruzada.

Comentario

El cineasta Ridley Scott siempre ha gustado de realizar productos que resultaran al tiempo artísticos, de mayor o menor calidad, pero sin renunciar a un fuerte componente de comercialidad. El problema es que, cuando se pretende abarcar a todo tipo de espectadores en operaciones comerciales de gran envergadura, te puede salir bien (Gladiator, Alien), pero no es difícil que te salga mal la jugada, como le ha pasado en las detestables 'La teniente O'Neill', 'Tormenta blanca', o 'Legend'.

Ahora presenta la épica 'El reino de los cielos', y aunque no llega a ser un desastre, es una película sin alma, sin personalidad, mil veces vista, algo tediosa en ocasiones y sobretodo plagiaria del estilo épico y la realización de las batallas de la trilogía de los anillos; si alguien se despertara en plena secuencia de la toma de Jerusalén podría pensar que está viendo la batalla en Minas Tirith o en el Abismo de Helm.

La historia está situada entre la segunda y la tercera Cruzada cristiana, y se centra en un joven herrero que vive en Francia y al que su padre al que nunca conoció acude para que vaya con él a Tierra Santa. Cuando este muere, se ve obligado moralmente a viajar allí y heredar las tierras de su progenitor. Pronto entra en contacto con los cruzados, y llegará a ser uno de sus líderes.

Más allá de la falta de credibilidad de una historia como la mencionada, uno de los problemas más fuertes que tiene la película es su rendición incondicional a la corrección política, al estar narrando una historia de choque de civilizaciones. Ante la posibilidad de ser incorrectos y ser tachados estúpidamente de racistas y sectarios, sus responsables han optado por la vía fácil, de manera que el único fanatismo mostrado en la película es de algunos de los cruzados cristianos, y no el islámico, porque ya se sabe que lo primero se puede cuestionar y poner en evidencia sin ningún problema y el segundo es mejor no mencionarlo. La jugada les ha salido mal, porque de ambos lados han surgido protestas.

Este detalle y las lagunas narrativas de algunos pasajes, lastran definitivamente una película que, en otro orden de cosas, técnicamente hablando, es impecable, porque el señor Scott posee un buen sentido visual (aunque le sobren efectismos como la ralentización de imágenes), y sabe rodearse de grandes profesionales que consiguen que la película luzca una conseguida fotografía y una ambientación muy creíble. Si hubieran tenido un buen guión a lo mejor hubieran hecho una buena película.

Lo mejor: Los retratos de los reyes cristiano (Balduino) y musulmán (Saladino)

Lo peor: Que este tipo de contar historias ya cansa