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MÚSICA  •  19-4-2005

El metal y el cuero se encuentran en el ruedo

Judas Priest y Barón Rojo
José Carlos Royo Blasco y Victor José Rodríguez Galisteo (NJ)

La plaza de toros de Zaragoza fue testigo de uno de los conciertos más grandes de la historia reciente. Judas Priest (pioneros del heavy metal en Inglaterra) y Barón Rojo, (sus alter ego en España) ofrecieron a las 9000 personas que abarrotaron el aforo una espléndida actuación

El ambiente que se pudo respirar durante toda la noche fue de lo más agradable: Gente de fuera de la ciudad venía con ganas de pasarlo bien; abuelos, padres y nietos asistieron con fraternidad; grupos de gente joven, grupos de gente mayor... una union de gente con ganas de disfrutar en general, muchos heavies y muchos melenudos formaban el elemento perfecto para la ocasión, y es que no todos los días se puede ver a dos grupos tan grandes, y con tanta trayectoria a sus espaldas, juntos en un mismo concierto.

Puntualmente aparecieron Barón Rojo en escena, ejerciendo de unos falsos teloneros, y como ellos mismos anunciaron, venían celebrando su 25º aniversario. La actuación de los barones fue corta (de apenas 60 minutos de duración, escasamente) pero intensa, pues se mostraron mucho más entregados y con más acierto que en su última visita a la ciudad, durante las anteriores fiestas del Pilar.

Como es habitual en ellos, dieron un repaso a su repertorio clásico y típico, ofreciendo temas de siempre, de toda la vida, y una vez más se pudo disfrutar de canciones como "Incomunicación", "El barón sobrevuela Londres", "Un concierto para ellos", "Satánico plan" y como no, imprescindiblemente, sonaron, entre otros "Resistiré" y "Los rockeros van al infierno".

Y entre júbilo, aplausos y gritos de animo se despidieron unos viejos rockeros, para dar paso a los grandes triunfadores de la noche, los Judas Priest.

Tras casi una decada de separacion, los Judas Priest volvieron a unirse, Halford volvio al redil, y por si no fuera suficiente, regresaron con un disco bajo el brazo, Angel of retribution.

Si el grupo ingles sabe de algo, es de que un buen espectaculo encumbra a los mediocres, y a los grandes, los lanza como un cohete mas alla de la cumbre. Con esa idea en mente, se preparó el escenario, una reluciente escenografia de frio metal, que los gritos de la gente calentó.

El comienzo del concierto fue electrico, Rob Halford aparecio sobre una plataforma dentro de la imagen del ojo electrico, el "electric eye" un himno de la banda. Cada canción demostró que anteriores errores en el sonido de otros conciertos han sido subsanados. Con un Halford electrizante, sin necesidad de grandes teatralidades demostró por que le consideran el mejor cantante del metal. Tipton, Downing, Hill y Travis, demostraron que nada les separa de esa banda que entusiasmo hace años a todo el panorama del metal.

Con un repaso por todos sus grandes exitos, desde "Painkiller" a "Breaking the law", pasando por "Turbo lover", "Metal gods", y "Living after midnight" la banda disparó todo su repertorio de forma increible. De su nuevo disco todos sabiamos que sonarian "Revolution" y "Judas is rising", dos canciones hechas para sonar en directo, como dos disparos de adrenalina. Y como colofón la aparicion del otro mito de los Judas, la harley davidson, rugiendo entró en el escenario, entre los vitores del público, asi se cumplió la trinidad de este grupo de heavy metal, el metal, el cuero, y la harley.

Hace ya muchos años se les encumbró como los dioses del metal, hoy han vuelto a por el título, ya que nadie lo pudo recoger, ni siquiera cuando Judas Priest volvió con Ripper Owens. Y mucho tienen que torcerseles las cosas para que esta vez no lo dejen tan alto, que nadie llegue a recogerlo.

Judas Priest, llamados "Metal Gods", un retorno muy esperado, y que no defraudó en absoluto.