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SOCIEDAD 21-3-2005
Agoniza el Ballet de Zaragoza
Héctor Mendal (NJ)
En diciembre de 2004, el PSOE anunció una remodelación del Ballet de Zaragoza para tratar de reflotar a la compañía y sacar rentabilidad a un proyecto que lleva 23 años en marcha y que nunca ha acabado de convencer a las autoridades políticas zaragozanas. Sin embargo, dos meses y medio después de esta declaración, el equipo de Gobierno ha decidido que la compañía debía ser disuelta.
El único ballet municipal que queda en España, el Ballet de Zaragoza, ve su continuidad en serio peligro tras la decisión adoptada por la delegada del área de Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza, Rosa Borraz, de disolver la compañía debido "al alto coste que supone para el Ayuntamiento de Zaragoza mantener una compañía que tiene un millón y medio de euros de presupuesto y que no ha conseguido atraer al público suficiente, ni unas críticas demasiado constructivas como para realizar una gran promoción de la ciudad de Zaragoza en el extranjero". Sin embargo, estas declaraciones contrastan con el hecho de que el Ballet de Zaragoza ha actuado este año en ciudades como Estambul o que, por ejemplo, tuviera una gira por China programada para el próximo mes de octubre.
El Partido Popular, en su día, instó a convocar el Patronato de las Artes Escénicas y de la Imagen antes de tomar una decisión tan radical lo que, finalmente, aceptó el PSOE, quien ha aceptado debatir sobre la disolución del Ballet de Zaragoza. Fuentes del comité de empresa del Patronato de las Artes Escénicas y de la Imagen - encargado de gestionar el Teatro Principal, el Teatro del Mercado, la Filmoteca (exhibición y archivo) y el Ballet de Zaragoza- esperan "que esta reunión no se utilice únicamente para votar si se disuelve o no el Ballet, sino para analizar su trayectoria, su situación actual y para encontrar una solución digna a su problemática".
En los últimos años el Ballet de Zaragoza ha visto reducidas drásticamente su número de actuaciones. A comienzos de la década de los 90, la compañía realizaba alrededor de 115 actuaciones anuales, por la exigua quincena de representaciones que realizan actualmente. La precariedad laboral de sus trabajadores ha tenido mucho que ver en ello, ya que 19 de sus 25 bailarines han tenido siempre contratos temporales de seis meses de duración lo que, sin lugar a dudas, supone un gran obstáculo a la hora de planificar correctamente una temporada puesto que hay que tener en cuenta que, cuando un teatro compra una producción a un año vista, quiere que la compañía le ofrezca una garantía de continuidad que, actualmente, no era ofrecida por el Ballet de Zaragoza.
Los representantes de los trabajadores de la compañía se quejan de "falta de voluntad política" y de que "fuera de Zaragoza se valora mucho más al Ballet de Zaragoza que en la propia ciudad a la que representa ya que, por ejemplo, no se contó con la compañía ni a la hora de promocionar la candidatura de la Expo 2008 ni, por ejemplo, en la entrega de los Premios MAX de Teatro que tuvo lugar en nuestra ciudad cuando, en la que se llevó a cabo en Bilbao, la compañía sí fue requerida para actuar".
Si bien es cierto que el Ballet de Zaragoza acumuló 1.375.982 euros de déficit durante 2004, también lo es que la gestión de la compañía no ha sido la adecuada por parte de los diferentes equipos de Gobierno que ha tenido la ciudad de Zaragoza en los últimos años ya que, para los representantes del comité de empresa del Patronato de las Artes Escénicas y de la Imagen "al Ballet de Zaragoza le ha faltado un técnico de promoción, haciendo estas labores el administrador del Ballet; no ha habido nunca un equipo técnico en condiciones; no se han cubierto puestos de trabajo que estaban presupuestados, etc. Han dejado morir a la compañía y ahora las conclusiones que sacan es que no se da brillo al nombre de la ciudad y que no va gente a verlo. Pero es que si no se vende el producto y no se cuida, es normal que no tenga éxito".
Si finalmente se lleva a cabo la disolución del Ballet de Zaragoza, la compañía del bailarín aragonés Miguel Ángel Berna sería la gran beneficiaria de dicha decisión ya que, en un principio, sería contratada como compañía residente del Teatro Principal, se vería impulsada con apoyos económicos por parte del Ayuntamiento de Zaragoza para realizar sus mensajes y, además, le serían cedidas las instalaciones del Ballet de Zaragoza.
Sin embargo, aun hay gente que espera que los seis bailarines y cinco técnicos que tienen contratos indefinidos no tengan que ser recolocados dentro del Área de Cultura y que, los 19 bailarines que tienen contrato temporal no tengan que acabar en el paro. Los empleados del Ballet no se han quedado parados y han recogido alrededor de 50.000 firmas, han convocado manifestaciones y han creado una Plataforma Pro-Ballet de Zaragoza a la que ya se han inscrito 46 colectivos de toda España para intentar frenar esta "barbarie cultural".
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