|
SOCIEDAD 7-2-2005
Tiempo de Carnaval
Silvia Forcén Cano (NJ)
Los niños salen del colegio con las caras pintadas, con bocadillos de longaniza en la mochila o en la mano, y algunos enteramente disfrazados de sus superhéroes favoritos, o de los personajes más de moda del momento. Estamos asistiendo a la semana de carnaval.
Comienza el jueves anterior al miércoles de ceniza, día que comienza (para muchos) la Cuaresma.
Es el jueves Lardero, primer día de los Carnavales, y día que se celebra con una buena comilona. Donde abunda el salchichón, el chorizo, y sobre todo la longaniza; típica del jueves Lardero.
La fecha de carnaval varía de un año a otro; ya que se calcula en relación con la Semana Santa, y ésta en función de la primera luna de primavera. Después del jueves Lardero, están el viernes de carnaval y el sábado de carnaval. El domingo de carnaval es uno de los días más importantes, y se celebra seis semanas antes del Domingo de Ramos. La semana de carnaval continúa hasta el miércoles de ceniza. En algunos lugares se prolonga hasta el Domingo de Piñata, que es el primer domingo después del Miércoles de Ceniza. Este día finaliza el Carnaval, se hacen meriendas y se produce el entierro del carnaval; el entierro de la sardina.
El sentido del carnaval se perdió en muchos lugares, pues durante la dictadura franquista estuvo prohibido en nuestro país. Ahora, aunque retomado, se han adoptado algunos modelos ajenos a nuestra cultura (Río de Janeiro, Venecia,...). Antiguamente los días más celebrados eran el Domingo y el Martes de Carnaval. Pero en la actualidad las fiestas se acomodan al fin de semana. Los más pequeños aún disfrutan en algunos colegios de esta tradición, celebrando el jueves Lardero y dedicando alguna tarde a disfrazarse. Pero los mayores deben esperar al fin de semana para ponerse las máscaras. Y según el lugar, es cada vez más típico ver por las noches a algún atrevido, de fiesta, que se oculta tras una careta o disfraz, como en los buenos tiempos.
El Carnaval, también llamado Carnal, es una fiesta de libertad y alegría. Hay diversión y desenfreno, donde se caricaturiza a personas públicas o sucesos del pueblo.
Hoy en día la gente se disfraza para divertirse, para celebrar la semana de Carnaval; pero antiguamente, la función era diferente. Antes, la gente se disfrazaba para que no se les reconociera. El anonimato era la función principal del disfraz, no la estética.
El Tiempo de Carnaval es una tradición, que parece delegada en los niños, y que a muchos les parece traída de fuera, pero que poco a poco va resurgiendo y cada vez tiene más adeptos. Al menos aún los hay que tienen por costumbre repartir longaniza el día de jueves Lardero. Es como el roscón de San Valero, pocos saben la razón, pero sí la tradición. El comer no ocupa lugar.
|