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TEATRO 1-11-2004
"Tecuento Truculento", Confesiones en Torno a la Muerte
Ángel Burbano
La compañía aragonesa de teatro -No me cuentes milongas- pone en escena su obra "Tecuento truculento". Interpretada por Carmen Ferruz, Elena Garrido y Susana Miranda. Con dirección de Mariano Lasheras, está basada en diversos textos de varios autores.
Hablar de la Muerte, reflexionar en definitiva sobre ella, pero con un tono de comedia medido. Distante la risa fácil pero arquetípico. Tres mujeres nos cuentan su historia negra, por qué mataron a sus hombres, por qué las mataron a ellas, por qué a veces conviene matar. Una enviudó, otra relata su cuento de Cenicienta, otra resulta ser una mártir torturada... Incluso dan lecciones al público acerca de los ectoplasmas y sus características.
Es fácil reírse de la muerte en tiempos como los nuestros donde el Tánathos está olvidado. Los relatos en los que se basa esta obra (Eduardo Galeano, Ana MĒ Verruga, Octavio Paz, Quim Monzó, Robert Sheckeley, Max Aub, tipos de leyendas tradicionales y el propio Mariano Lasheras) son buenas representaciones del sentir de nuestras días, de las actitudes que tomamos, de la filosofía de vida que llevamos. Porque el tratar a la Muerte de esta manera convierte a los asesinos (en este caso asesinas) en meros actores de la vida, casi exentos de una justicia divina. Por eso el espectador no siente compasión de las víctimas de estas tres actrices.
La representación es de escenario simple y juega muy hábilmente con luces. Las actrices son realmente buenas, destacando a Susana Miranda y sus salidas de tono cuando un fantasma le molesta. Parece que no pero esos detalles hacen mucho en alguien que se supone está vivo (o lo estuvo)...
La obra está ahora mismo en funcionamiento y promete una meritoria vida que ya ha pasado por el ciclo "+QUETEATRO" del Ayuntamiento de Zaragoza y la Asociación de Compañías Aragonesas de Teatro Profesional (ACTUA).
No queremos terminar sin destacar una actividad paralela que esperamos acompañe este periplo mortuorio. Y es una pequeña exposición de mi colega fotógrafo Rudolf Moosbrugger (Mooses). Versado durante años entre la fotografía escénica y más concretamente en teatro, la exposición que acompaña la representación recorre momentos claves de ciertas representaciones. Hace del instante una obra de Arte e incluso a veces transforma con sus manos (y un aerógrafo) la imagen fotográfica para convertirla en algo "más próximo a las artes plásticas".
La combinación es buena. Una buena obra de teatro y un buen fotógrafo. Pasen y vean.
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