CINE  •  20-9-2004

Un Bond más Moderno
Abel García (NJ)

Cuando aún estamos esperando para saber quién es el nuevo actor elegido para ponerse en la piel del agente inglés James Bond, llega a la cartelera de Zaragoza una película de otro agente secreto, esta vez americano, en la segunda parte de las andanzas de Jason Bourne, "El mito de Bourne".

Si James Bond ejemplifica a la perfección el imperialismo inglés, además del elitismo (martinis mezclados, no agitados), en "El mito de Bourne" se nos da un lado más melancólico y pesimista de la figura de un superagente secreto. El tal Bourne no se acuerda de su pasado como agente de la CIA debido a un problema de amnesia y el hecho de ir conociendo poco a poco las atrocidades que cometió le remorderá la conciencia y se nos mostrará el lado más humano de esta máquina de matar.

De la gran China llega a Zaragoza "El tren de Zhou Yu", película reposada y tranquila sobre la relación de una mujer con un poeta que le enseñará todo un mundo de literatura en la que se revelarán antiguos amores y pasiones secretas. Un ejemplo más del nuevo cine chino que merece la pena descubrir por la escasez de títulos de este país que llegan a España.

Y a falta de una, dos películas chinas se estrenan en Zaragoza durante esta semana, siendo "Guerreros del cielo y la tierra" la encargada de ofrecer el espectáculo. Otra nueva muestra de chinos realizando filigranas místicas que tan de moda están últimamente ("Hero", "Tigre y dragón") y que tan desconocidas eran antes, no por escasas, precisamente.

Producto nacional es "Escuela de seducción", comedia ligera sobre la eterna lucha de sexos y sobre cuales son las claves para engatusar al sexo contrario y conseguir llevarlo a nuestro terreno. El filme cuenta con una larga nómina de actores bien conocidos por el público como Victoria Abril y Javier Veiga así como una serie de apariciones de personajes puramente televisivos como Las Virtudes o Boris Izaguirre.

Y de nuestros vecinos italianos llega a las pantallas de Zaragoza "No te muevas", film con el que Penélope Cruz consiguió nada más y nada menos que el último David di Donatello a la mejor interpretación femenina por su caracterización de una joven albanesa desamparada que mantiene una relación extramatrimonial con el protagonista de la cinta.