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CINE 13-9-2004
Crítica - 'Mar Adentro', de Alejandro Amenábar
Enrique Marqués (NJ)
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Sinopsis
Ramón Sampedro lleva casi treinta años postrado en una cama al cuidado de su familia. Su única ventana al mundo es la de su habitación, junto al mar por el que tanto viajó y donde sufrió el accidente que interrumpió su juventud. Desde entonces, su único deseo es terminar con su vida dignamente. La llegada de dos mujeres alterará su mundo: Julia, la abogada que quiere apoyar su lucha y Rosa, una vecina del pueblo que intentará convencerle de que vivir merece la pena. La luminosa personalidad de Ramón termina por cautivar a ambas, que tendrán que cuestionar como nunca antes los principios que rigen sus vidas. Él sabe que sólo la persona que de verdad le ame será la que le ayude a realizar ese último viaje.
Comentario
Cuando Alejandro Amenábar anunció que su siguiente proyecto sería la historia del tetrapléjico Ramón Sampedro, resultó ser una sorpresa por el cambio temático de su filmografía, reservada hasta ese momento para el cine fantástico y el thriller, pero Amenábar debe haber querido demostrar que su inmenso talento cinematográfico no se limita a un sólo género.
'Mar adentro' es una película luminosa y optimista a pesar de tratar de la muerte, y Amenábar tiene el suficiente oficio y habilidad narrativa para no encerrar al espectador con Sampedro en una habitación, de manera que la película también te lleva por la vida de los maravillosos e inolvidables personajes que tiene alrededor, y por los sueños del propio Sampedro, en una secuencia magistral que permite al personaje volar hasta la playa para el encuentro íntimo con Julia. Es evidente que Amenábar es un gran realizador y sabe rodearse del mejor equipo técnico (ahí están el gran Javier Aguirresarobe en la fotografía, o Steinberg en el sonido), pero él sabía perfectamente que para que una historia de la intensidad emocional de ésta llegara al espectador, ante todo, lo que era fundamental era el cásting.
Y sobre este punto, con la salvedad de un par de actores secundarios, el resto ofrece un trabajo absolutamente soberbio y que quedará siempre en el recuerdo del espectador. De Bardem se daba por supuesto, pues es uno de los mejores actores del mundo y aquí vuelve a estar soberbio, pero no más que la excelente Lola Dueñas en el papel de Rosa (alter ego de Ramona Maneiro, amiga y compañera de Sampedro), de Mabel Rivera, como la cuñada de Ramón, o de Celso Bugallo como el hermano mayor. La debutante Belén Rueda, apuesta personal y arriesgada de Amenábar, realiza un trabajo muy convincente y digno, por su parte.
La seriedad del tema de la película es dosificada gracias a la personalidad de Ramón, que con su sentido del humor logra arrancar no pocas veces la carcajada del espectador, si bien es cierto que no todas las situaciones pretendidamente divertidas funcionan, y en este sentido chirría especialmente una, la de la presencia del cura en la casa, que se revela algo maniquea y metida con calzador.
Amenábar ha filmado otra gran película (y van cuatro), y puede prepararse para recibir premios y elogios por donde la película circule. Si yo fuera amigo suyo, le diría que no preparara ningún plan especial para marzo, a no ser que fueran unas vacaciones... en la "dorada" costa de california.
Lo mejor: El sueño de Ramón, y la labor del reparto
Lo peor: La secuencia del cura en la casa familiar de Samped
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