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CINE 12-7-2004
Crítica - 'Shrek 2', de Andrew Adamson, Kelly Asbury y Conrad Vernon
Enrique Marqués (NJ)
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Sinopsis
Los enamorados Shrek y Fiona regresan de su luna de miel, siendo ambos invitados por los padres de ella a una celebración por la boda. El problema es que los padres desconocen que su hija y su nuevo marido son dos ogros...
Comentario
En lo que a cine de animación se refiere, al menos, a nivel popular, se puede decir que la Disney no tenía rival hasta casi finales de los años noventa. A partir de ese momento, numerosas compañías decidieron arriesgar y lanzar un ataque comercial a la mítica compañía del ratón.
Pero la primera vez que una de esas osadas compañías empezó a hacer temblar al imperio Disney fue Dreamworks, creada por Spielberg, que desarrolló la historia de un ogro gordo, guarro, solitario y huraño que no quiere saber nada de nadie, al que pronto se le llena su ciénaga de personajes de cuentos infantiles. Su nombre, difícilmente pronunciable al principio, pero familiar tras el estreno de la segunda parte de sus estupendas aventuras.
El enorme éxito de aquella, que arrebató merecidamente el oscar de animación a 'Monstruos S.A.', quizá el peldaño más bajo realizado por Pixar, provocó que los productores se plantearan que tenían entre manos un auténtico ogro de los huevos (con perdón) de oro, de manera que ahora llega 'Shrek 2', y ya se han anunciado dos entregas más.
La película, como su predecesora, desprende enorme inteligencia, gracia y encanto, pero se pierde el efecto sorpresa que causó la primera parte, tergiversando divertidísimamente los cuentos infantiles y parodiando inteligentemente la ñoñería y el mercantilismo de la Disney. A pesar de ello, la aparición de El Gato con botas, con el acento andaluz de Antonio Banderas, supone uno de los mayores hallazgos de la película.
Shrek 2 está plagada de momentos hilarantes como la aparición del ogro y Fiona en el palacio de los suegros, el viaje que da el locuaz asno a sus acompañantes o cualquiera de las intervenciones del Gato con botas, especialmente en la media hora final en el castillo, de manera que es absolutamente recomendable para niños, y más todavía para sus acompañantes los mayores.
Lo mejor: La festiva gracia que desprende... y "er gato con bota"
Lo peor: Ya conocemos a Shrek y cia
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