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SOCIEDAD 14-6-2004
Operación Bikini
Silvia Forcén Cano (NJ)
Se acerca el verano, llegan las altas temperaturas, y con ello llega un problema que muchos no ven, pero que ahí está y que perjudica a una parte importante de la sociedad: "La operación bikini".
El modelo prototipo, a imitar por la mayoría de los jóvenes en nuestro país, dista mucho al cuerpo natural que una persona joven saludable posee. Son los medios de comunicación y las propias "top models" los que luchan por que esto no ocurra, pero es inevitable que millones de jóvenes en todo el mundo sufran por conseguir un "cuerpo diez", que no es más que un físico inverosímil y antinatural, cuya lucha por alcanzarlo conduce a la enfermedad e incluso en ocasiones a la muerte.
La alimentación es esencialmente un proceso fisiológico, el mecanismo es sencillo, ya que es en el hipotálamo donde se encuentran ubicados el hambre y la saciedad. Pero el problema llega cuando entra en juego el papel psicológico.
En España, y en general en todo occidente, el acto de comer se ha convertido en algo relacionado con lo social, y los grupos sociales se diferencian por la manera de comer. De hecho, ciertos estados anímicos: como la ansiedad, el bienestar o la depresión, vienen influenciados por los procesos de alimentación; y estos sentimientos: la alegría, la seguridad o el afecto, los aprendemos desde la niñez, y al relacionarlos con la comida nos acompañan y nos influyen el resto de nuestra vida.
Un trastorno de la alimentación es una enfermedad provocada por la ansiedad y la preocupación por el peso corporal, que acrecienta en verano. El aspecto físico es algo que inevitablemente preocupa en nuestros días.
La publicidad, la televisión, y miles de factores influyen en estos trastornos, y no es lícito buscar culpables, es sencillamente algo que preocupa hoy a padres y profesionales, pero que posiblemente no sea más que un cúmulo de coincidencias, por las que se desarrollan unas enfermedades relacionadas con la alimentación.
La obsesión por tener un cuerpo diez, la ansiedad que lleva a comer mucho, los atracones que conducen al hábito de vomitar... no son más que unas cuantas características de estas enfermedades.
Tienen el común denominador de ser trastornos alimenticios, pero sus consecuencias no siempre son las mismas. Aunque lamentablemente en ocasiones todas llevan a un mismo resultado, poco alentador para los que luchan por la abolición de estas enfermedades, la muerte.
Hay diferentes tipos de trastornos alimenticios que preocupan a la sociedad, y que se desarrollan principalmente en los adolescentes, en edades comprendidas entre los 13 y los 20 años, que es cuando el cuerpo sufre los cambios más notorios y se está desarrollando el aspecto físico del adulto; además en esta edad es cuando se es más susceptible mentalmente, y cuando es más fácil sentirse influenciado por los estereotipos y las imágenes poco naturales que inundan en la publicidad, en el mundo de la moda y en general en el entorno social.
Tres tipos de trastornos que más se desarrollan son la anorexia, la bulimia y en el lado opuesto la obesidad.
La anorexia y la bulimia son trastornos de tipo obsesivo, que aparecen en la juventud, generalmente en las mujeres (quizás por razones estéticas producidas por el influjo de la sociedad y los medios de comunicación), y sus causas son las conocidas por todos, una sensación de desagrado personal y el interés por gustar y querer tener un cuerpo más delgado para poder ser aceptado en la sociedad.
Cada vez es más común ver a jóvenes (hombres y mujeres), que acuden a la cirugía para modelar su cuerpo y "perfeccionar" partes específicas de sus cuerpos con las cuales no se sienten a gusto, o sencillamente creen que desfavorecen su aspecto.
Esto lleva a que el cuerpo más deseado se haya convertido paulatinamente en un cuerpo antinatural, totalmente ideado e imposible, que parece hecho por infografía, y que no es más que un modelo escultural que dista mucho del que por naturaleza, una persona, sin recurrir a la cirugía, puede poseer.
La lucha por terminar con estas enfermedades no cumple plenamente las expectativas; y es que los casos de bulimia y de anorexia, que llenan los hospitales y de los cuales un 10% culminan en trágica muerte, se siguen sucediendo.
La solución está en la calle, y en la mente de cada uno. Ya que el problema no es de tipo físico, sino de carácter psicológico, pues la obsesión por conseguir ese cuerpo imposible está en la mente de cada uno, que lleva a que las personas que padecen este tipo de patologías no sean conscientes de su enfermedad, y quieran conseguir a toda costa un físico "inhumano"; que en ocasiones la sociedad ayuda a promocionar por medio de los medios de comunicación y la publicidad, que no hacen más que mostrarnos a modelos "perfectas" con cuerpos imposibles y parecen marginar al que no cumpla esas expectativas.
Pero no es la moda, ni la sociedad en sí misma la culpable, ya que la lucha por erradicar estos trastornos se encuentra en cada entorno social y personal, y lo primordial se encuentra en uno mismo, en ser consciente de que la belleza no es meramente algo estético, sino algo que nace de nuestro interior y se refleja al mundo exterior por medio de nuestros actos y personalidades; una educación alimentaria saludable, y los valores que defienden la belleza interior como algo primordial, es un aspecto de la vida que no es únicamente un típico tópico, debemos ser maduros y conscientes de que ésa es la realidad y que es lo que debemos inculcar a nuestros hijos.
Convertir esto en el eje central de nuestra vida, y saber respetarlo, es el paso principal que todos debemos conocer y saber defender, sin ningún tipo de tapujos.
Llega el verano, llegan los bikinis, las jornadas al sol que nos incitan a despojarnos de las ropas y lucir un poco más nuestros cuerpos. La mentalidad necesaria y recomendada es pues, disfrutar sin obsesionarse, y no acudir en último extremo a ningún tipo de solución tajante que a lo único que conlleva es a procurarnos trastornos alimenticios y una mala salud. Disfrutemos del verano sin preocuparnos por los estereotipos, colaboremos todos a que este tipo de problemas se puedan erradicar de una vez por todas.
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