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DEPORTES  •  31-5-2004

¿La Mejor Liga del Mundo?
Héctor Mendal (NJ)

La 75ª Liga de Primera División ha llegado a su fin. Visto desde la distancia que nos da el tiempo pasado desde el final de la competición, al menos a mí, me ha parecido un campeonato soso y en el que muy pocos equipos se salieron del guión establecido al comienzo de temporada. La temporada de los equipos españoles en Europa, por contra, puede calificarse de éxito moderado puesto que Deportivo de la Coruña y Villarreal llegaron a las semifinales de Liga de Campeones y Copa de la UEFA, competición que, a la postre, acabó conquistando el verdadero triunfador de la temporada: el Valencia CF, que se llevó también el gato al agua en el Campeonato Nacional de Liga. En las próximas líneas intentaremos plasmar la opinión que cada equipo español ha dejado en el aficionado medio.

De la A la Z, de Norte a Sur, de Este a Oeste, 20 equipos militantes en Primera División se jugaron el todo por el todo en 38 jornadas de Liga. Sueños rotos, ilusiones, decepciones, remontadas, goleadas, tristezas y alegrías es lo que ha deparado el Campeonato Nacional de Liga de Primera División 2003/2004.

Iremos por orden alfabético. El Albacete puede considerarse uno de los equipos revelación del campeonato: hizo realidad aquello de que se puede jugar medianamente bien al fútbol con jugadores poco o nada conocidos, como Aranda (8 goles) o Viaud, y sufrió mucho menos de lo esperado para mantener la categoría gracias, especialmente al trabajo del técnico César Ferrando, que lo hizo acabar 14º.

El Athletic de Bilbao sorprendió, relativamente, consiguiendo un puesto en Copa de la UEFA; el técnico Valverde formó un bloque sin estrellas pero sin fisuras, y fruto del trabajo de Yeste (11 goles), los veteranos Urzáiz o Etxeberría y del aporte de jóvenes valores como Asier Del Horno o Aranzubia, el Athletic de Bilbao ha vuelto, por derecho propio, a Europa acabando la Liga en 5ª posición.

Qué decir de "El Pupas" del fútbol español, el Atlético de Madrid; un equipo, el colchonero, que se las prometía muy felices al comienzo de la temporada, llegando a estar incluso varias jornadas en posiciones de Liga de Campeones. Pero la escasez de plantilla y, especialmente la endeblez defensiva (53 goles encajados son demasiados si, además, no se tiene una delantera demoledora), hicieron que el equipo del Manzanares se vea abocado a jugar la Intertoto para conseguir plaza en la próxima Copa de la UEFA, pues acabó 7º clasificado.

Ronaldinho, el mejor jugador de la temporadaEl Barcelona hizo una temporada bastante irregular. Eliminado demasiado pronto de la Copa de la UEFA, el equipo dirigido por Frank Rijkaard se agarraba a la Copa del Rey para salvar una temporada desastrosa en Liga allá por el mes de enero; los culés cayeron frente al Real Zaragoza en cuartos de final y la espada de Damocles parecía caer sobre la cabeza del técnico holandés. Inesperadamente, el Barcelona, liderado desde el campo por un verdadero jugador "de dibujos animados" llamado Ronaldinho (15 goles y decenas de jugadas para la retina), escudado por un gran Saviola (13 goles), consiguió remontar en la segunda vuelta, siendo el mejor equipo de Europa, acabando segundo en la Liga y cimentando las bases de un proyecto que ilusiona al aficionado culé. El nuevo Barcelona nace sin Luis Enrique, alma mater del equipo culé las últimas temporadas.

El Betis fue una de las decepciones de la temporada. Lopera no fichó bien en verano y el equipo andaluz demostró que, si sus dos estrellas Joaquín y Denilson no funcionan, no lo hace nadie. Nadó durante toda la temporada en la mediocridad, sobresaltado el aficionado bético de vez en cuando por un zapatazo de Marcos Assuncao, y allí se quedó, noveno sin pena ni gloria.

Seguimos con decepciones y, esta vez, sonada. El Celta de Vigo, un equipo que comenzó jugando la Liga de Campeones y al que le pesó demasiado el hecho de jugar las tres competiciones con una plantilla demasiado veterana y, algunos de sus jugadores, con carácter de perdedor y más amantes de las juergas nocturnas que de los festines sobre el terreno de juego. El equipo gallego naufragó plenamente durante toda la temporada y, aunque mantuvo opciones hasta el final de Liga, se marchó irremisiblemente a Segunda División en la 19ª posición.

Temporada totalmente opuesta a la de su vecino fue la que hizo el Deportivo de la Coruña. El equipo de Jabo Irureta mantuvo el paso firme en Liga de Campeones, competición en la que únicamente el miedo y una noche de mala fortuna le privaron de la victoria en semifinales ante el actual campeón, el Oporto. En Liga, los gallegos marcharon regularmente en posiciones de cabeza, lejos de alcanzar el título, pero casi siempre en posiciones de Liga de Campeones El remate de Pandiani (12 goles) y la segunda mejor defensa del campeonato (34 goles encajados) bastaron al Depor para confirmarse, una temporada más, como uno de los grandes del fútbol español.

Otro equipo que viste a rayas blancas y azules es el Español de Barcelona. El conjunto periquito tuvo que sufrir mucho para mantener la categoría, puesto que salió del descenso a falta, tan solo, de una jornada para el final. Empezó dirigido por Clemente y, afortunadamente para su afición el cambio en el banquillo se produjo a tiempo (el equipo marchaba penúltimo clasificado cuando acabó la primera vuelta) y retornó a la Liga española Luis Fernández. Con el francés en el banquillo, el máximo asistente de la Liga sobre el césped (De la Peña vuelve por sus fueros con 14 asistencias) y el goleador Tamudo (17 goles) recogiendo sus pases, el Español acabó 16º y se mantiene una temporada más en Primera División.

David Beckham fue una de las grandes decepciones de la temporadaDe Barcelona a Madrid y tiro porque me toca. El equipo merengue ha realizado, posiblemente, una de las temporadas más desastrosas de su historia; por lo menos, en cuanto a expectativas iniciales y resultados finales se refiere. Juntó, como viene siendo habitual, a los mejores jugadores del mundo y marchaba como una apisonadora hacia la conquista de los cuatro títulos -Supercopa de España, Copa del Rey, Liga de Campeones y Liga española- hasta el mes de marzo. En ese mes el Real Zaragoza torpedeó la nave de los autoproclamados "Galácticos" por los medios de comunicación nacionales y ese mismo agujero lo aprovecharían equipos como el Mónaco, que le apeó de la Liga de Campeones en cuartos de final o el Valencia, que poco a poco fue limando diferencias y se llevó el gato al agua en la Liga. Una plantilla corta, en la que únicamente defendían tres jugadores y un técnico muy limitado capaz de no ver el agotamiento de los suyos motivaron que el equipo madridista consiguiera tan solo el título de Supercopa de España y se vea abocado a jugar la previa de la Champions al terminar 4º clasificado.

Saltamos de Madrid a Málaga, donde nos encontramos a un equipo, el malacitano, que se bastó de los goles del zaragozano Salva Ballesta (18 dianas le convierten en el segundo máximo realizador nacional) para permanecer sin pena ni gloria en Primera División, aunque durante el mes de enero parecía abocado a sufrir. Visto lo visto, el técnico Juan de Ramos ya le ha dicho a su presidente que, si no hace una inversión fuerte de cara a la próxima temporada, no sigue en el Málaga. Y desde la entidad, parece que le han abierto las puertas.

El Mallorca hizo una temporada extraña. Anclado durante toda la Liga en los puestos por evitar el descenso, parece que sólo quiso jugar al final del campeonato, cuando lo quiso hacer Eto'o, y consiguió situarse en 11ª posición. En invierno hizo el fichaje del holandés Arnold Brugging, un jugador que dará que hablar por su clase y su potencia.

Seguimos hablando de equipos que empiezan por M y el siguiente en la lista es el Murcia. Siguiendo con el patrón que ha caracterizado a esta Liga 2003/2004, cumplió fielmente su papel: el peor equipo de Primera División tiene que quedarse, forzosamente, último. Así lo hizo el Murcia, que confió casi todo a hombres como Esnáider, Leonel Gancedo o Toshack, más preocupados por tomar el sol y por llenar sus bolsillos que por jugar al fútbol o dirigir a equipos de fútbol. El dato de los 29 goles a favor en 38 jornadas lo dice absolutamente todo.

El equipo navarro, el Osasuna de Pamplona, realizó una de las mejores temporadas que recuerda el aficionado navarro. El entrenador mejicano Pacheco hizo una gran labor con Osasuna, al que mantuvo con esperanzas de jugar la Copa de la UEFA hasta antes de un mes y medio para finalizar el campeonato. Lamentablemente para la afición rojilla, los suyos se desinflaron al final y acabaron en una honrosa 13ª posición.

De Pamplona con el Osasuna a Santander con el Rácing. No ganaron para sustos en Cantabria. El equipo de Lucas Alcaraz se las prometía felices e incluso llegó a cuajar una buena primera vuelta, pero la regularidad positiva no suele ser la tónica de los equipos modestos y el Rácing de Santander fue cayendo poco a poco en la tabla clasificatoria y a nadie le hubiera extrañado que, si la Liga hubiese durado tres semanas más, el Rácing hubiese acabado en Segunda División. La gran rentabilidad que sacó a los 48 goles que marcó fue la clave para la permanencia.

En San Sebastián se cumplió la tónica de que, si un equipo tiene una plantilla corta y juega tres competiciones, al final, acaba pagando el pato. Le ocurrió a la Real, que confió en el bloque que alcanzara el subcampeonato liguero la pasada campaña, junto a un exótico pero poco efectivo fichaje, el del coreano Lee Chun Soo. Finalmente, otro equipo que caminó sin pena ni gloria por el Campeonato, donde acabó en 15ª posición. Fue el año del adiós de un maltratado De Pedro.

El Sevilla de Caparrós fue, a mi juicio, la gran revelación del torneo -con permiso del Villarreal-. Juntó las líneas, derrochó esfuerzo y dureza en defensa y exprimió al máximo sus posibilidades, luchando por cada balón, para dar el salto a la Copa de la UEFA. Demostró que, si se tiene un buen secretario técnico, no hay que gastarse una millonada para fichar bien, y se sacó de la chistera a un mediocentro defensivo, reconvertido en delantero centro, como era Baptitsta. No les salió mal la cosa: 18 goles el brasileño Baptista en su primera temporada en España. Jugadores con raza y carácter como él, Darío Silva o Pablo Alfaro, hicieron que la afición del Pizjuán vibrase viendo como su equipo acababa en 6ª posición y se ganaba, por méritos propios, estar en Europa.

Seguimos con la letra V pero, más que con esta letra, deberíamos hacerlo con la P de pesadilla, porque eso fue lo que le ocurrió al Valladolid. El equipo de Pucela marchaba viento en popa en la Primera División, al ritmo que lo hacía Makukula en la tabla de goleadores (ocho tantos hasta enero), pero la lesión del gigante de ébano fue desastrosa para los de Zorrilla. El equipo fue bajando posiciones poco a poco en la tabla, a pesar del buen hacer de Fernando Sales o del canterano Óscar. Finalmente, ni la desesperada destitución de Fernando Vázquez a tres jornadas del final pudo obrar el milagro y el Valladolid acabó descendido, en la 18ª posición, a pesar de vencer en la última jornada por tres goles a cero al Villarreal.

Precisamente el Villarreal es uno de los equipos cuya clasificación más mérito tiene. Comenzó jugando la Intertoto en julio de 2003, la ganó y se clasificó para la Copa de la UEFA, competición en la que fue apeado en semifinales por el Valencia, a la postre campeón del torneo. En Liga, el submarino amarillo marchó siempre en pos de conquistar una plaza en Copa de la UEFA, abanderado por un viejo pistolero como Sonny Andersson (12 goles), que fue bien secundado y asistido por José Mari y Riquelme respectivamente. Aun así, el Villarreal dijo adiós a la Copa de la UEFA en la última jornada de Liga, cuando perdió ante el Valladolid por tres goles a cero. Se ve, nuevamente, abocado a jugar la Intertoto... ¿logrará el equipo alicantino igualar o superar la hazaña de esta temporada?

Este ha sido, sin lugar a dudas, el año de los equipos valencianos. El Valencia completó la mejor temporada que jamás se ha visto por la ciudad del Turia, completando un doblete histórico. Por un lado se paseó en la Copa de la UEFA, donde conquistó sin paliativos el título derrotando en la final al Olympique de Marsella por dos goles a cero. Por el otro, acabó remontando en la Liga, hasta alzarse con el Campeonato. Para el Valencia fue el año de Mista, máximo realizador nacional con 18 dianas, o de Cañizares, Trofeo Zamora; fue la temporada de Ayala, que contribuyó a que la del Valencia fuera la defensa menos goleada del Campeonato, con únicamente 27 goles recibidos; la de la explosión de Vicente por la banda izquierda; la de Baraja, dirigiendo el juego. Pero, sin lugar a dudas, fue la temporada de Rafa Benítez, un entrenador que supo crear un equipo compacto, cuya imponente presión ahogaba a los rivales sin dejarles jugar.

El Real Zaragoza conquistó, brillantemente, la Copa de SM El ReyY llegamos a la última letra del abecedario, a la Z. Z de Zaragoza, de Real Zaragoza. El equipo aragonés comenzó la campaña con grandes expectativas debido a los fichajes de Milito, Villa, Álvaro, Ponzio y, especialmente, Savio Bortollini. No comenzó bien el equipo del león rampante en su escudo. El conjunto aragonés se arrastró durante toda la primera vuelta por la Primera División y únicamente victorias agónicas, como la cosechada en El Sadar por cero a uno, salvaban a Paco Flores de la destitución. Finalmente, tras una serie de resultados negativos se produjo el relevo en el banquillo zaragocista y, de la mano de Víctor Muñoz, llegaron los refuerzos de Dani y Movilla en el mercado invernal. A partir de ahí el Zaragoza fue otro, puesto que encontró en Movilla al organizador que le hacía falta. Sufrió bastante su afición, pero el equipo maño acabó la Liga en una honorable 12ª posición. El Zaragoza encontró en Álvaro y Milito una gran pareja de centrales para el futuro, en Movilla al motor de su equipo, en Savio a un hombre desequilibrante cuando las lesiones se lo permiten, y en David Villa a toda una esperanza de grandísimo jugador de cara al futuro (17 goles en su debut en Primera División). Además, el equipo zaragocista conquistó la Copa del Rey sin perder ningún encuentro y dejando en la cuneta a equipos de la solera de Real Betis, Fútbol Club Barcelona o Real Madrid.

Fue una temporada raquítica en cuanto a juego, pero en la que se dejó el poso de que, en el fútbol actual, además de tener a un buen puñado de estrellas, hay que sudar la camiseta si se quieren conquistar tanto los títulos como el corazón de los aficionados.