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DEPORTES 24-5-2004
Veintitrés Elegidos para Defender una Nación
Alejandro Gracia (NJ)
Uno de los debates nacionales más notables ha llegado a su fin. Iñaki Sáez, aquel que ha de llevar a los fieros leones de roja camisola y oscuro pantalón, ha presentado la lista de convocados para la Eurocopa de Portugal.
La lista no ha dejado indiferente a nadie, o si. No ha dejado satisfecho a nadie, o tal vez si. Pero es la definitiva. Sólo aquellos que aparecen en ella son los que defenderán a España. Orgullo, presión, heroicidad, recuerdo o último premio de un futbolista.
La selección debería ser aquel fin último de todo deportista, y más en el deporte rey, donde 42 millones de almas están pendientes de 23 elegidos.
El camino hacia la gloria lo van a recorrer; desde la portería, dos clásicos como son Cañizares y Casillas. La novedad en esta posición la pone Aranzubía, que añade ilusión y juventud a la zaga española.
En la defensa, nombres comunes como Salgado, Helguera, Marchena y Puyol. Otros que se han ido afianzando como César y Raúl Bravo. Y dos que se han apuntado en el último suspiro: Gabri y Juanito.
La creación del juego, la magia del equipo la componen, los valencianistas Vicente, Albelda y Baraja. Exteberría, Raúl y Valerón ceden la madurez y Xavi Alonso, Joaquín, Luque y Xavi, la novedad y recursos en el centro de campo español.
Los que deben meter los goles, dar el toque de gracia y hacer gritar a millones de gargantas son Fernando Torres y Fernando Morientes.
En fin, no son todos lo que son ni son todos los que están. Unos echan de menos a Reyes, haciendo las "inglaterras". Otros echarán de menos a Guti, y su intermitencia en el centro del campo y otros todavía no se explican como el máximo pichichi de la Liga, Mista, va a ver la Eurocopa por televisión. Pero la escuadra está definida, la ilusión esta puesta y el espectáculo a punto de inaugurarse.
¿Aspiraciones?, como siempre, todas. ¿Resultados?, la historia de la Eurocopa está por escribir. Temblamos al oír hablar de Italia, Portugal, Holanda o Inglaterra, por citar algunos. Ellos también tiemblan al oír el nuestro, las fichas están sobre el tablero, y el espectáculo debe comenzar.
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