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TEATRO 3-5-2004
Teatro Sobre la Vida
Silvia Forcén Cano (NJ)
La Compañía Animalario fue la gran protagonista de la noche de las artes escénicas vivida en Zaragoza, el día de la entrega de los premios Max de teatro y danza. Tras derrotar a la favorita "Las biciletas son para el verano", y tras leer un manifiesto en contra de la guerra y en memoria de los atentados del 11-M, Alberto San Juan, uno de los responsables de la compañía, declaró junto a sus compañeros Guillermo Toledo y Andrés Lima, que "lo único que pretendemos es hacer un teatro sobre la vida que nos rodea; si surge un tema político..., adelante."
La obra "Alejandro y Ana. Lo que España no pudo ver del banquete de boda de la hija del presidente" se hizo con el galardón al mejor espectáculo de treatro en los VII Premios Max de las Artes Escénicas, imponiéndose contra todo pronóstico a la gran favorita "Las bicicletas son para el verano", que se llevó únicamente 4 de los 12 galardones a los que optaba.
Tras recibir el galardón manifestaron una alegría enorme y una satisfacción patente, ya que como ellos mismo defienden: "hay que caminar hacia el futuro, y crear discordancia con la realidad que estamos viviendo".
Otra nota de color, y nunca mejor dicho, ya que sus atuendos fueron bastane destacados, lo dieron la compañía Uroc Teatro, que se llevó la "manzana con antifaz" destinada al mejor espectáculo de teatro infantil. Tras hacerse con el galardón y pasar frente a la prensa, sus primeras palabras, humildes, fueron: "son niños..., no interesa mucho, ¿no?". Y no es que ellas lo creyeran así, sino que tal vez están acostumbradas a que los espectáculos infantiles no causen tanto interés como otros. Aseguraron que la prensa no les suele atender, pero que no ven ninguna diferencia ni profesional ni personal a la hora de involucrarse en un proyecto de estas características. Ellas ven su trabajo como: "divertir, entretener, y enseñar a los niños a actuar en la vida".
El teatro, tal vez está sufriendo un cambio general que puede desencadenar consecuencias trascendentales y positivas, ya que con la séptima entrega de los Premios Max de las artes escénicas, y la colaboración de la SGAE (Sociedad General de Autores), el mundo de las tablas (danza incluida) se va haciendo hueco poco a poco en la cultura de todos los españoles y cada vez obtiene mayor repercusión social, ya sea debido a causas políticas, simplemente sociales; o a que los autores, actores y puestas en escena atraigan paulatinamente a más curiosos a visitar los teatros para disfrutar de algún espectáculo.
En Aragón, los derechos de autor generados por los espectáculos dramáticos están experimentando un progreso notable y significativo (casi un 30% más que años anteriores), ya que la acogida cada vez es más calurosa en taquilla.
Quizás estemos asistiendo sin saberlo al resurgir de un arte que en ocasiones ha pasado algo inadvertido, pero que posee magia, y que en defintiva no es más que un espectáculo vivo de comunicación, del que todos deberíamos disfrutar y que todos deberíamos compartir.
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