Noticias Jóvenes
 Portada
 Prensa
 Radio
 Televisión
 Internet
 Tecnologías
 Reportajes
 Deportes
 Música
 Cine
 Teatro
 ONGs
 Ecología
 Educación
 Libros
 Gente
 Sociedad
 Perfiles
 Encuestas
 ICC   Ánade
 Enlaces
 Hemeroteca
 Quiénes somos
 Colabora con NJ
 Contacto
La visualización completa del índice requiere JavaScript. En todo caso, el índice completo es accesible desde la Portada

CINE  •  12-4-2004

Crítica - 'La Pasión de Cristo', de Mel Gibson
Enrique Marqués (NJ)

La Pasión de Cristo* * * *

Sinopsis

Año 30 de nuestra era. En la provincia romana de Palestina, un misterioso carpintero judío llamado Jesús de Nazareth comienza a enseñar públicamente y a anunciar la llegada del "reinado de Dios". Durante siglos, el pueblo judío había esperado la aparición del prometido libertador conocido como el Mesías -un personaje que les devolvería su antigua dignidad, y les liberaría su patria sagrada de todo mal y sufrimiento-. Rodeado de un grupo central de doce discípulos, Jesús comienza a atraer a una multitud masiva de seguidores de los pueblos de Galilea y Judea, quienes le alabarán como su Mesías. El sanedrín, consejo judío, escandalizado ante la blasfemia que supone que un hombre se autoproclame el hijo de Dios, pide su muerte al procurador romano Poncio Pilato, que enfrentado con la posibilidad de un motín, ordena finalmente que sea crucificado como un vulgar criminal.

Comentario

Al margen de polémicas más o menos absurdas e interesadas, lo primero que se debe decir de la película del "pasionario" Mel Gibson es que se trata de una obra estupendamente filmada y con una calidad formal muy destacable. Tras esto, que era de suponer, no se puede obviar que una película de estas características es analizable desde muchos más puntos de vista que el simplemente visual.

'La pasión de Cristo' es la película de un cristiano convencido, y esto es algo que beneficia a un trabajo que basa gran parte de su eficacia en transmitir emociones (si éstas son intensamente vividas por el autor, mejor conseguirá transmitirlas al público), aunque en su afán por mostrarse tan explícitamente realista puede obtener el efecto contrario en los espectadores más sensibles a la violencia mostrada en la pantalla. Efectivamente, esta "pasión de Gibson" ofrece un auténtico muestrario de la crueldad humana, al representar durante gran parte del metraje el suplicio vivido por Cristo sin renunciar al detalle morboso, pues incluye escenas sobrecogedoras que incluyen desgarramientos de la carne.

Magnífica es la secuencia completa del viacrucis, por su ambientación, ritmo narrativo y montaje, que incluye también, como el resto de la película, flashbacks con pasajes familiares de la vida de Jesús con su madre, o de sus palabras a los apóstoles. Especialmente emotivo es el recuerdo de María de una caída cuando Jesús era un niño pequeño, mostrada en paralelo a una de las caídas en el camino al Gólgota, (de las cuales no ahorra ninguna), en las que prima el instinto protector de la madre acudiendo en su auxilio. Quizá sea esto un gesto del director para compensar y hacer más llevadero el sacrificio y la tortura que muestra.

Para que una película resulte creíble es fundamental que el público se crea a los actores, y es éste otro aspecto en el que funciona 'La pasión de Cristo', pues a los brillantes trabajos de Maia Morgenstern como María y de Jim Caviezel como Jesucristo (más convincente, en cualquier caso, en el retrato de la tortura y agonía que en sus escenas cotidianas), se unen las más que correctas actuaciones de Poncio Pilato, Pedro, e incluso la Magdalena, encarnada por Monica Bellucci.

En definitiva, la versión que Mel Gibson ha hecho de Cristo está más que conseguida, a pesar de algún exceso en la realización, como la cámara lenta ya desde el comienzo, que incluso roza el rídículo en ocasiones, o algunos personajes que podrían haber sido estudiados más profundamente, como Caifás y el resto de los clérigos del Sanedrín.

La nota curiosa es la breve y parcial aparición de Gibson en la película, pues es su mano la que coloca el primer clavo en la mano de Cristo, ejemplificando de esta manera muy significativamente su religiosidad y compromiso cristiano. Cristo también murió por sus "pecados", cinematográficos o no.


Lo mejor: Que Gibson haya conseguido prohibir su doblaje en todo el mundo

Lo peor: La ralentización de la imagen en algunas secuencias