|
CINE 2-3-2004
Crítica - 'Cold Mountain', de Anthony Minghella
Enrique Marqués (NJ)
* * * *
Sinopsis
Basada en un best seller ambientado en la Guerra Civil americana, narra cómo Inman (Jude Law), un soldado confederado herido, en los últimos días de la guerra, realiza un largo viaje para regresar a su casa en "Cold Mountain", Carolina del Norte, y poder reunirse con su amor de antes de la guerra, Ada (Nicole Kidman). En su ausencia, Ada, que prometió al joven que le esperaría, ha intentado sobrevivir y sacar adelante la granja de su padre con la ayuda de una intrépida y errante joven, Ruby (Renée Zellwegger).
Comentario
Sorprende que esta producción se haya quedado fuera de la carrera por los Oscar principales, pues se trata de una película que hubiera arrasado cualquier otro año fácilmente, por su cuidado en el diseño de producción, fotografía, montaje, localizaciones..., en definitiva, todas aquellas cualidades que año tras año son carne de Oscar.
Tras su épica adaptación de El paciente inglés, y su relativa decepción con El talento de Mr. Ripley, Minghella vuelve a dar en el clavo y filma una estupenda 'Odisea' de amores fugaces e intensos y con todo el aroma de los clásicos de aventuras.
En el largo itinerario de regreso a casa del desertor sureño (Jude Law), Minghella introduce una serie de personajes (generalmente con rostros conocidos, como el siempre estupendo Phillip Seymour Hoffman, o Natalie Portman, que borda uno de los episodios más intensos y destacados de la película), que ayudarán al espectador a alternar las dos narraciones (el regreso del soldado decepcionado, y la vida cada vez más puteada de una señorita convertida en campesina por azares del destino), de manera amena y con sentido del espectáculo.
Se le puede achacar, quizá, la molesta sensación de producto demasiado perfecto y prefabricado, pero esto lo lleva haciendo Hollywood toda la vida, y cuando funciona (no siempre; Leyendas de pasión, Amistad) es de agradecer. Efectivamente, aquí todo está perfectamente estudiado; fotografía, sonido, montaje, música, decorados, vestuario se funden para ofrecer un regalo a aquellos espectadores que, de cuando en cuando, gustan de disfrutar de una historia épica y tan ajena a nosotros en el tiempo... y la mentalidad.
Lo mejor: La secuencia en la casa del personaje de Natalie Portman.
Lo peor: Renée Zellwegger, con o sin Oscar.
|