|
RADIO 9-2-2004
"Somos los Ojos del Oyente"
Héctor Mendal (NJ)
En NoticiasJovenes.com hemos querido acercar a nuestros lectores cómo se prepara una retransmisión deportiva, así como los sentimientos de los periodistas que las llevan a cabo. Así, nos desplazamos al estadio de La Romareda para vivir con los noveles narradores de "Onda 107.3 en Zaragoza" el encuentro de Copa del Rey entre el Real Zaragoza y el Fútbol Club Barcelona.
No es fácil realizar una retransmisión deportiva en directo desde el emplazamiento propio del evento en cuestión. Los preparativos comienzan mucho antes de la disputa deportiva. Con varios días de antelación, un grupo de técnicos se desplazan al estadio para comprobar las conexiones telefónicas contratadas. Además, es imprescindible el mantenimiento técnico de las unidades móviles y, lógicamente, pedir las correspondientes acreditaciones de prensa con varios días de antelación -dependiendo de los contendientes y de la categoría del medio de comunicación no siempre es fácil conseguirlas-. Una vez conseguido todo esto llega lo más difícil, pero bonito y placentero, tanto para el profesional como para el oyente: el momento de la retransmisión.
Una vez dentro del estadio, si la emisora es pequeña, las facilidades para la realización de la retransmisión brillan por su ausencia. Nuestros compañeros preparan los equipos radiofónicos encima de una tabla improvisada sobre unos asientos, sin separación de la hinchada. Faltan unos minutos para el inicio del encuentro y las alineaciones no llegan a la zona de prensa. Hay que tirar de prismáticos: "a ver, apunta... por el Barcelona: Víctor Valdés; Reiziger, Márquez, Oleguer, Van Bronckhorst; Xavi, Cocu, Davids, Luis García, Ronaldinho y Kluivert. Los del Zaragoza, los de siempre". El encuentro es el correspondiente a la vuelta de los cuartos de final de la Copa de Su Majestad el Rey, entre el Real Zaragoza y el Fútbol Club Barcelona.
Comienza la retransmisión y, con ella, los cosquilleos en el estómago del novel narrador, que está cumpliendo su sueño. El ambiente es de gala en La Romareda, y pronto el Fútbol Club Barcelona iguala la eliminatoria. "Si estás en una radio nacional tienes que cantar los goles de ambos equipos con igual fuerza pero, al ser una emisora local, podemos tomar partido por el equipo de casa y cantar los goles rivales con mucha menos fuerza". Pronto se sucede una jugada dudosa en el área visitante, y la gente de la grada se vuelve hacia los narradores en busca de una confirmación de que ha sido penalty. Desde el control central, donde llegan imágenes de la televisión, los compañeros de redacción de la emisora confirman que ha sido así. Los aficionados, que escuchan la retransmisión, aprovechan las pausas de la publicidad para comentar la jugada con los narradores.
En el segundo tiempo, el ritmo en el juego disminuye pero "no puede pasar lo mismo en la narración; nosotros debemos mantener el ritmo, aunque se puede bajar la intensidad de la voz". Aunque el juego sea poco vibrante, los narradores no pueden descentrarse del encuentro ni entrar a comentar vaguedades: "Somos los ojos de los oyentes. Si bien se puede realizar algún comentario sobre el entorno del partido, los banquillos, el palco, la grada o la situación de los equipos en el resto de las competiciones, no conviene desvariar mucho puesto que al oyente lo que le interesa es lo que ocurre en el terreno de juego".
En los últimos minutos del encuentro, la tensión se palpa en el ambiente, y eso se deja notar también en la retransmisión. El júbilo estalla en La Romareda cuando el Real Zaragoza empata el encuentro a falta de cinco minutos para el final, pero los narradores no pueden permitirse ser aficionados "aunque te entren ganas de comenzar a dar botes, o de gritarle al árbitro muchas veces, hay que mantener la compostura e intentar alcanzar la objetividad".
Acaba el encuentro, pero no el trabajo de los informadores radiofónicos: un breve comentario sobre el partido y la eliminatoria y, rápidamente, hay que devolver la conexión a los estudios centrales mientras uno de los comentaristas se marcha a la rueda de prensa. El otro, tiene que quedarse desmontando el equipo técnico para, después, ir a la caza de los jugadores en la salida del vestuario. El tiempo es oro "hoy sólo he tardado 7 minutos en desmontar todo, un récord".
En la rueda de prensa y en la salida de vestuarios es donde se realiza el trabajo de reportero, intentando luchar con el resto de medios de comunicación por conseguir una buena recepción del sonido, algo que nunca es sencillo debido a la cantidad de equipos que llevan algunos compañeros, que están constantemente emitiendo ondas y efectuando interferencias. Para una mayor movilidad, en los últimos años, los teléfonos móviles están ganando la batalla a los antiguos equipos de transmisión unipersonal.
Una vez acabado el trabajo, los narradores se trasladan con los equipos a la emisora, donde les dicen que los colaboradores de una famosa web sobre el Real Zaragoza han vuelto a utilizar su narración del gol zaragocista para dar emoción a las imágenes de la televisión. Tras una cerveza y la satisfacción del trabajo bien hecho, nuestros compañeros se retiran a dormir pensando en la próxima retransmisión. Hay que taparse bien, hace frío y dentro de dos días la voz tiene que estar lista para otra narración.
|