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SOCIEDAD 15-10-2003
Un paseo por los distintos escenarios del Pilar 2003
Inundados de Color
Rebeca Muñoz Gil (NJ)
En estos días el gentío ha llegado a nuestra ciudad, por las calles pasean gentes de aquí y de allá. La calles se llenaron de color, gracias a los mil tenderetes que se encontraban al pasear por ellas y a las representaciones que allí tenían lugar. Y es que, Zaragoza ha vivido sus grandes fiestas.
Un paseo por Zaragoza en estos días, realmente merece la pena. De ello, se debe en parte el Ayuntamiento de Zaragoza, que ha aprovechado gran parte del presupuesto de las fiestas de este año en realizar actos culturales en las calles de nuestra ciudad, actos que se caracterizan por ser gratuitos y por su gran calidad. El Paseo Independencia recoge cada tarde puestas en escena de diversos grupos de animación, conciertos en la Plaza España y miles de alternativas, para que no te aburras en ninguna de las tardes que forman el programa de estas fiestas 2003. El personal del ayuntamiento recorre las calles y plazas de Zaragoza, para que no falle nada en la organización.
El teatro callejero ha estado presente en la Plaza de San Bruno. Un emplazamiento ideal para un sinfín de grupos que han dado vida a sus obras y han sacado sus mejores galas para llevar a cabo grandes representaciones gratuitas para delicia de los zaragozanos y de todo aquél que se acercara a dicho lugar. Desde EEUU, Bélgica, Inglaterra, Cataluña, Madrid y Zaragoza, son los lugares de origen de los grupos que por allí fueron pasando. Un éxito absoluto.
El rock también se hizo presente en la Chimenea, con conciertos destinados al público fiel a este género. De este modo, se vuelve a recuperar uno de los escenarios clave en otros años de las fiestas. Y en la Plaza del Justicia, bajo el lema "Rock de Justicia", se celebró una semana entera de actuaciones gratuitas. Pero, siendo la música una de las apuestas fuertes de este Pilar, la Plaza España albergó conciertos también de manera gratuita. B-Vocal, Angel Petisme, Gabriel Sopeña, la compañía de Miguel Angel Berna o Joaquín Carbonell; fueron pasando por dicho escenario repartiendo un directo lleno de calidad.
El C. C. Delicias recogió en las músicas más distintas: reggae, sonidos africanos, rap, rock duro... apuestas fuertes basadas en la diversidad de gustos. Ya lo decía el lema de este año "Un Pilar para todos". El Auditorio no fue menos en su oferta. Abrió el cartel de fiestas el FIZī03 (Festival de Música Independiente de Zaragoza), siguió Carmen París, no se perdió la cita Pablo Milanés, uno de los grandes. También hubo tiempo para disfrutar de las noches de salsa, de mestizaje, de tangos, música de los ochenta y grupos llegados de lugares como Argelia.
Pero la polémica llegó con los conciertos. Independencia recogió en su nueva apariencia tres conciertos cargados de estrellas: Elefantes, Hugo, Andy y Lucas, Fran Perea, Malú, Gisela, Ana Torroja... Todos para deleite de grandes y pequeños y de manera gratuita. El Príncipe Felipe no tendrá tanta variedad, y tras la caída de grupos como Hombres G, fue La Oreja de Van Gogh los únicos en disfrutar de este escenario musical. Amaral no pudo visitar nuestra tierra pues tenía compromisos en Argentina, pero declaró "estamos deseando actuar en Zaragoza. Se nos cayó a última hora el concierto del Teatro Principal, pero lo que de verdad nos gustaría es tocar en un gran recinto de manera gratuita para nuestros paisanos". Interpeñas demostró variedad con la llegada de Pocholo y Malena Gracia, seguidos de grandes y no tan grandes, como Civera, OBK, El Canto del Loco, M-Clan, Seguridad Social, Mago de Oz...
En la Plaza San Felipe se dieron lugar las músicas del mundo, para deleite de todos aquellos que viven la música sin fronteras. Y fue el Centro Histórico de Zaragoza, donde se pudo vibrar con la música electrónica.
En San Pedro Nolasco, el ambiente se creo con la danza. Durante una semana grupos llegados de todas partes demostraron todo lo que saben hacer al compás de la música.
En el parque Torreramona, los más peques se pudieron divertir al ritmo de los juegos y actividades que se habían preparado para ellos. Durante toda una semana, y a partir del jueves en horario de mañana y tarde; los reyes de la casa volvieron a soñar con dragones, princesas, soldados, brujas y magos. El pasacalles del León llevó las fábulas por toda la ciudad y el Bus de la Magia, se encargó de repartir la poquita magia que aún no había llegado a la ciudad. También tuvimos que correr para que los cabezudos no nos alcanzarán.
Fueron nueve días de color. De música. De baile. De risas. De amigos. De amores de barra. De juegos. De ferias. De espectáculos. De muñecos de tómbola. De disfraces. De gigantes y cabezudos. De comparsas. De peñistas. De vaquillas. De teatro. De gastronomía. De grandes y pequeños. De reencuentros. De felicidad. De nostalgia. En definitiva, de fiestas.
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