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RADIO 5-4-2003
Radios Libres, una Puerta a la Libertad
Héctor Mendal Escario
Alumno del Instituto de Ciencias de la Comunicación (2º curso)
Nacieron hace casi veinticinco años. Hoy, siguen siendo modelo de libertad.
Las radios libres nacen en España, tras la dictadura franquista, como contrapunto a los medios de comunicación convencionales, dirigidos la mayoría de ellos por intereses empresariales y políticos.
La necesidad de libertad de expresión de una sociedad, hasta entonces reprimida por la dictadura, desemboca en el auge de las radios libres en nuestro país en la década de los ochenta. Ecologistas, trabajadores, feministas, autónomos, gays, antimilitaristas y una amplia representación de colectivos sociales encuentran en las radios libres un medio a través del cual expresarse, de reclamar sus derechos, de criticar una sociedad que, en muchos casos, consideran injusta y corrompida por el poder. Es por ello que una de las principales características de las radios libres es la ausencia de ánimo de lucro, con una participación asamblearia y plenamente democrática en todas las decisiones tomadas.
El respeto al honor de las personas físicas es la única barrera que encontramos en la libertad de expresión de una radio libre. En ellas, los diferentes individuos que las componen pueden expresar su opinión sobre todos los temas que consideren apropiados, y de la forma que consideren correcta. En una emisora de estas características se da cabida a cualquier ideología política, social y cultural, con la intención de promover la solidaridad, en temas como la ecología o el racismo, manteniendo actitudes de tipo antiautoritario y no-sexista.
Mantener una cohesión dentro de una organización de estas características resulta, a veces en extremo, complicado. Las radios libres cuentan como única financiación las cuotas que pagan sus socios y las subvenciones de algunos organismos públicos por considerarlas de interés para el mantenimiento y la difusión de la cultura. Una radio libre es una emisora que además de no recibir ingresos de publicidad ni tampoco de instituciones públicas, funciona democráticamente y contrae un compromiso con unas formas alternativas de informar y entretener, con la difusión de luchas sociales silenciadas por los medios oficiales.
La necesidad de libertad de expresión de la sociedad se pone de manifiesto en la interactividad de las radios libres con la ciudadanía. En ellas, el ciudadano de a pie encuentra un espacio en el que expresarse en una extensa temática: desde la situación política internacional hasta hacer una crítica al concejal de distrito de turno por no arreglar el pavimento de su calle. Todo tiene cabida en una radio libre. Las hay de varios tipos: musicales, culturales, ecologistas, con informativos, sin informativos, con deportes, sin deportes,... Pero todas ellas tienen un denominador común: dar rienda suelta a las opiniones de las minorías. En definitiva, dar rienda suelta a la libertad.
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